A veces las palabras consiguen hacer tan obvia la reflexión que directamente ayudan a recuperar el enfoque. Y hay personas, como nuestro amigo Miguel Rama, que tienen el don de regalar miradas interesantes.
Poco se puede añadir a estas que presentan el proyecto Un mar de esperanza [Soluciones ciudadanas para un planeta sostenible]:
Las noticias en estos tiempos realmente se han convertido en malas noticias. Los medios convencionales apenas hablan de las maravillas que ocurren en nuestro planeta cada minuto. Los neurocientíficos piensan que estar estresado por malas noticias atrae más malas noticias en lo que pareciera ser un ciclo de retroalimentación negativa de pura desgracia.
En términos evolutivos, además, hay muy poco que aprender de los fracasos de las formas de vida y mucho que aprender de lo que ha tenido éxito y que hoy nos permite ser testigos del complejo mosaico de vida que persiste en la Tierra. Entonces, ¿cómo vamos a aprender a crear una sociedad inteligente si solo documentamos nuestros errores?