Conversacional

Conversando con… Carlos Conde, presidente de INEO

La-escuela-de nuestros-padresHablar sobre el futuro desde la escuela de nuestros abuelos…

Sin duda el Museo Pedagóxico de Galicia fue una excelente elección para grabar esta conversación con el recién elegido presidente de INEO, Carlos Conde.

Apenas hace tres meses que Carlos se puso al frente de la Asociación Multisectorial de Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación de Galicia pero ya tiene claros los retos, y los pasos necesarios, para poder ser ambicioso con los objetivos. Porque no son tiempos fáciles para el asociacionismo, ni para la financiación, ni para cohesionar el sector o estrechar lazos de colaboración con las instituciones… Pero todos estos frentes tienen un denominador común: han de basarse en las personas.

Carlos es resolutivo, apacible, desenvuelto, cordial, enérgico… No le hace justicia el encorsetamiento de las fotos, gana en las distancias cortas: “Soy un animal social, disfruto de las relaciones”. Pero aunque su energía parece ilimitada el tiempo no lo es, y tal vez por eso acogió de buen grado la idea de Lucía Gregorio, la directora general, de mostrar su cercanía a través de esta conversación en la que surfeamos por muchos de los retos que se ha propuesto para su etapa al frente de INEO.

Conversando-CarlosConde-6Comentaba también Carlos que, aunque viene de la gran empresa (es responsable de negocio de INSA), ponerse al frente de INEO le ha reafirmado en las razones que le llevaron a integrarse en la Asociación. Y es una suerte porque eso implica ilusión, capacidad de escuchar y el convencimiento de que, en el terreno de juego, todos somos necesarios. Sin duda aporta el toque justo de romanticismo a ese “ABC de los negocios” al que aludió varias veces durante nuestra charla.

La tecnología ya no es el futuro, simplemente “es”. En realidad ya casi ni sorprende porque lo esperamos todo de ella al tiempo que nos debatimos en el vértigo que transforma nuestros usos y costumbres. ¿O no tanto? Vivimos un momento apasionante en el que los avances también parecen recuperar otros momentos de la Historia, como ocurre con la vuelta al taller que nos trae la impresión 3D y la cultura maker.

Porque así era la vida no hace tanto…

La generación que acudió a estas escuelas ahora whatsappea con los nietos, saca fotos con el móvil o incluso tienen un perfil en facebook. Tal vez no la mayoría, es cierto, la brecha digital existe, pero son conscientes de la presencia de Internet en nuestras vidas: la inutilidad de los bancos cuando cae la conexión, el expediente médico en pantalla, la videoconferencia con la familia…

Y, casi sin darnos cuenta, la magia de los símbolos del aprendizaje y del conocimiento que nos acompañaban se fueron convirtiendo en metáfora de lo que la tecnología va rescatando. Porque en eso consiste la innovación, en detectar las preguntas que todavía no conocemos.

Mientras tanto seguimos haciendo camino, aunque a una velocidad de vértigo. Tal vez ése es el principal reto que se plantea Carlos, que INEO sea capaz de ir por delante del etéreo lenguaje de la “transformación digital”.

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12 comentarios

  1. en el anterior te metías con los modelos de negocio de los grandes, aquí hablais del abc de los negocios, y hace poco de la duda como método. No sé como puedes moverte en tantos frentes, me duele la cabeza solo de pensarlo.

    Me quedé con ganas de que hablarais mas de alguno de los temas, y de ir a ver el museo de una santa vez, eso que lo tengo casi al lado.

    1. Hay que ver lo complementarios que somos, a mi el dolor de cabeza me lo levanta el pensar en la rigidez de los entornos político-administrativos que te tocan a ti 😉

      Sobre la conversación has dicho lo mismo que Lucía, la directora general. Es decir, que cuando estábamos entrando en un tema “jugoso” nos cortábamos uno al otro y cambiábamos. Pero es que se trataba de conversar, no de hacer una entrevista de fondo. Tiempo tendrá Carlos de profundizar en cada uno de los frentes y contextos.

      El museo… estupendo!. Yo había estado más veces, una de ellas con el Pase de Máscaras para la comunidad educativa, pero no subiera al segundo piso y es que no tiene desperdicio. Por espacio nos hubiera dado más juego para grabar el aula franquista (estábamos en la republicana) pero es que daba miedito ^_^

      1. pues en entornos políticos administrativos relacionados con este sector nos conocimos y recuerdo algunos dolores de cabeza que no eran míos precisamente. Y total para lo que duró…

        1. Si, no hace tanto que lo comentamos, aquello fue en 2006… casi 10 años, quien lo diría. Y tiene usted razón, dolores de cabeza de primera, algo de eso decía cuando lo conté: «sin embargo la realidad fue más compleja puesto que el estudio inicial y la coordinación del grupo de trabajo se convirtieron en consultoría sectorial, arbitraje entre organizaciones “rivales”, asistencia técnica y asistencia jurídica con la elaboración y consenso de estatutos».

          Cuando se constituyó parecía haber mucho interés, pero no es fácil analizar si sirvió para algo porque por el medio hubo relevo en el gobierno autonómico y una crisis de primera. Pero no hay que olvidar el auténtico problema de fondo (Carlos lo tiene claro y de hecho sale en la conversación): el déficit de espíritu de colaboración y los reinos de taifas que (también) funcionan en el asociacionismo. ¿Tendrá arreglo? ¡Quien sabe! Desde luego es de agradecer que haya quien quiera asumir estos retos.

          El día que abras ese blog (cosa que dudo) pienso desquitarme 😉

  2. Hola Isabel,

    cuántas ideas interesantes de las que tirar del hilo surgen a lo largo de la conversación:

    -si no hay un gano-ganas no se trata de un negocio, sino de una estafa,
    -la dificultad para muchos de nosotros de cuantificar lo intangible y hacer previsiones en el tiempo a partir de ello,
    -la colaboración como motor de innovación,
    -la necesidad de observar y escuchar a la sociedad y los individuos porque son ellos los que inventan los verdaderos usos (lo que vuelve a ser otro factor de innovación),
    -la imprescindible necesidad de contar con eslabones sin los que las buenas piezas no serán suficientes,

    Son sólo algunos de esos apuntes que tomo de tu charla con Carlos Conde, de lo que tanto se habla y sin embargo tanto se necesita.

    A parte de por las palabras, por el escenario, la luz, el tono, la naturalidad y la agilidad de la conversación, por los planos y el enfoque que se le da a cada «comensal», me ha gustado mucho este conversando con.

    Esperando la siguiente, ojala que sea la primera de nuevas conversaciones de este tipo.

    Un abrazo

    1. Hola Manuel 🙂 Gracias por los subrayados!

      Sin duda cuando nos tomamos un tiempo para conversar sobre un tema van saliendo las cuestiones importantes, lo malo es que luego se nos pierden entre las urgencias. Grabarlas permite poder escucharlas, y reflexionar desde la distancia. Es parecido a releer algo que hemos escrito hace tiempo, y digo parecido porque en lo escrito, las palabras ya pasan por el tamiz de la reflexión mientras que en la conversación todo es simultáneo. Un complemento a vuestros talleres de “encuentra tu voz”.

      La necesidad de escuchar y observar, la colaboración, los eslabones… Al final la reflexión de fondo nunca es sobre las particularidades del sector sino sobre las personas, los procesos de aprendizaje, las relaciones… Creo que algo de esto ha salido también en nuestras conversaciones, lástima que no las tengamos grabadas para profundizar en la reflexión 😉

      Muchas gracias Manuel. Un abrazo

  3. Gracias Isabel por tu magnífica entrega de ‘Conversando Con…’ a nuestro presidente Carlos Conde, llena de reflexiones que, más allá de las TIC, son reflexiones de vida.
    No se nos ocurre mejor tarjeta de presentación para INEO 😉

    1. Un honor la confianza que habéis depositado en mí para compartir esta conversación con el presidente, aunque sin duda Carlos lo pone fácil porque es un gran conversador. Y porque derrocha ilusión y dinamismo, y eso se contagia.

      Felicitemos a la directora por la propuesta y por el escenario seleccionado 🙂

  4. Qué interesante esta conversación con Carlos Conde, refrescante en todos los aspectos, mire como se mire. No tengo un antes y un después para poder comparar pero es esperanzador para INEO la carga de energía de este equipo de gobierno que se dibuja en la conversación.

    Me identifico con las sensaciones de rfc y suscribo los apuntes de Manuel Calvillo y para no repetir dejo algunas ideas, cogidas al vuelo mientras estaba atento al vídeo:

    – Llama la atención el uso [no sólo en INEO] que genera, a nivel de empresa, corporaciones o entidades de las herramientas para compartir llamadas 2.0. Cada vez estoy más convencido de que el 2.0 [entendido como filosofía] empezó a “acabar” cuando se incorporaron las empresas y las corporaciones y lo utilizaron para reforzar su marca y sustituir el buzoneo y canales de información más clásicos. Sitúo el principio de ese fin hace ya unos 6 años. Definitivamente conversar y compartir requieren de un tiempo y de un “altruismo” [¿] que esa sociedad con prisas y necesidad de resultados inmediatos no está dispuesta a invertir. Creo sinceramente que en este punto ya se nos ha pasado el arroz.

    – Totalmente de acuerdo contigo en la necesidad de dar voz a los jóvenes y también con el subrayado de Carlos Conde de estar alerta y no saltar continuamente de extremo en extremo ya que es necesario que también se tenga en cuenta el conocimiento senior. Está claro que el futuro es más de unos que de otros, también que la capacidad de riesgo disminuye con los años y que el conocimiento experto ha de servir para recordar, aprender de los errores y continuar construyendo.

    – Pienso que la Tierra gira invariablemente hagamos lo que hagamos y siempre a la misma velocidad. Quizás somos nosotros los que emprendemos carreras sobre su superficie para crearnos la falsa ilusión de que la hacemos girar más rápido. Al final siempre hemos de pararnos y recobrar la velocidad de giro de la Tierra si realmente queremos girar con ella. Lo importante es saber qué hemos aprendido sobre este proceso de avanzar y volver… Ya sabes, la evolución cultural como el resultado de una reflexión crítica del progreso conseguido.

    – Coincido en la idea de pensar en la asociación en clave de lo que puedo aportar yo en la transacción. El valor que aporto es fundamental para establecer la relación y crítico ya que, como bien dices, se suele pensar más en lo que voy a obtener. Un tema básico, casi primigenio diría yo, pero muy difícil en esa cultura extractiva que nos ha dado de mamar.

    Gracias por compartir esas joyitas. Un saludo!

    1. Ante todo, muchísimas gracias Manel 🙂

      De forma más o menos intuitiva, vamos sabiendo que la clave está en las personas pero tu reflexión siempre me sorprende por ese manto de serenidad con el que consigues poner en primera línea aquello que, por parecernos tan obvio, creemos que sólo con nombrarlo ya se cumple. Y no, porque “al final siempre hemos de pararnos y recobrar la velocidad de giro de la Tierra si realmente queremos girar con ella”.

      De entre las muchas reflexiones de tu blog que me ha evocado tu comentario, rescato estas palabras sobre los primeros momentos:

      “Ante escenarios que reconocen como nuevos, las personas son altamente receptivas a interiorizar los parámetros, conceptos y reglas por las que se rige la nueva situación.
      (…) Es por esto que son tan importantes los primeros momentos en una organización, ya sea en la integración a un equipo, como en el comienzo de un proyecto, como al inicio de un proceso de cambio. Porque suponen la verdadera oportunidad de aprovechar la plasticidad que brinda el periodo crítico que acompaña a toda iniciación para descubrir, reflexionar, contrastar y metabolizar los principios, motivos, valores y, en suma, toda aquella filosofía que ha de constituir el núcleo en torno al cual compartir, colaborar y aportar valor”

      Y ahí volvemos a lo sencillamente complicado de la gestión del conocimiento, hasta el punto que terminamos por etiquetar como “altruismo” lo que de verdad nos sirve para definir un propósito. Tienes toda la razón, “Lo importante es saber qué hemos aprendido sobre este proceso de avanzar y volver…”

      He leído y releído tu comentario y siento como que hay algo para lo que aún no encuentro palabras. Intento no sucumbir a la tentación de ir comentando sobre cada párrafo porque no aportaría mayor claridad de la que tú ofreces. Prefiero reflexionar las ideas aplicadas al entorno asociativo así que es posible que vuelva a comentar.

      Cuando empezamos con este espacio de “Conversando con” no teníamos aún un propósito definido. Como decías en tu TEDx somos nuestras conversaciones, pero no siempre nos damos cuenta. De ahí el grabarlas y compartirlas, quizá para poder volver sobre ellas al cabo de un tiempo y comprobar si hemos aprendido algo. Y si de paso aportan a otras personas, tanto mejor. Yo daría algo por poder estar de escuchante (que no oyente) en algunas conversaciones que intuyo enriquecedoras. A Lucía siempre le han gustado estos espacios y sin duda acertó porque Carlos es, tal cual el mismo se define, un apasionado de las relaciones. Coincido contigo, resulta esperanzadora la carga de energía que desprende.

      Y aún a sabiendas de estar alargando mucho mi comentario, vuelvo a citarte pensando en la utilidad del tiempo perdido:

      «cultivar aquellos aspectos relacionados con atender a la diversidad de formas de pensar, establecer un lenguaje común, debatir sobre los valores reales que han de determinar la vida corporativa o unificar criterios respecto a los propósitos que han de orientar las actuaciones, son la clave para cosechar una utilidad insospechada que genera rendimientos sólidos y permanentes en la salud organizativa.

      Dejar de hacerlo es abocar a la organización a la superficialidad del discurso, al desconocimiento mutuo, a la disparidad de actuaciones, a la inmadurez, al conflicto, a la falta de motivos, a la ignorancia conceptual, a la veneración de lo inmediato, a la ausencia de propósito y al tristemente conocido no tener tiempo que perder para decidir sobre nada nuevo que no forme parte de la liturgia de siempre».

      De nuevo muchas gracias Manel. Por tu tiempo y por aportar tu reflexión. Un abrazo

    2. Pues ya sé lo que me recordaba tu comentario y era la reflexión sobre otro subrayado de tu blog: De los espacios a los sistemas de coworking

      Las personas construyen las culturas y las culturas determinan, a su vez, cómo son las personas. (…) Enterrado en capas y capas de cultura tradicionalmente individualizadora, el impulso colaborativo puede permanecer paralizado (…) Los espacios de coworking han de crear sus propios gimnasios de la colaboración y ofrecerlos como el valor más importante a aquellos profesionales que trabajan en ellos.

      Un sistema de coworking puede [debiera] ir más allá de la participación espontánea en proyectos conjuntos y ampliar la colaboración a todo el espectro del proyecto profesional

      La cuestión no puede debe ser ¿cómo lo aprovecho para mi negocio de siempre? Se trata de poner encima de la mesa lo que cada quien descubre y pensar ¿qué nos permite cambiar todo esto que hemos descubierto?

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