Conversacional

Actitud como estrategia

Actitud como estrategiaSimple, que no sencillo

No hay objetivo más «fácil» que aquel que depende de uno mismo así que en este mundo de interdependencias el más asequible es la propia actitud.

Sin embargo el escenario es un asunto coral y ruidoso en el que resulta difícil abstraerse y hay que aprender a considerar, como reflexionaba José Miguel Bolívar, que el estrés es un error de cálculo…

nos estresamos porque calculamos mal tanto nuestras probabilidades de éxito como las consecuencias de nuestros fracasos

Me gustó la idea porque apunta hacia dentro pero, como le comentaba en esa reflexión, lo paradójico es que cuando vas aprendiendo a controlar el estrés propio (los años algo bueno tienen) tienes que seguir aguantando el de los demás por esas mismas distorsiones. Es decir, que también hay que controlar el exceso de empatía para no caer en alteraciones ajenas.

La ecuación se completa si sumamos cómo nos afectan las expectativas de la multitud de afectos y efectos que nos rodea (los cercanos… y los que nos gobiernan). En este punto me acordé de la potencia de las «simplezas» que Quino ponía en boca de Miguelito.

Egocentrismo

Consecuencias

Lo ideal es concentrarse en el propio proceso pero, a modo de mantra y para no volar en círculos:

  1. El tránsito requiere combinar las largas y las cortas
  2. Hay que colocar bien los retrovisores
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13 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo Isabel, el estrés viene con todo el paquete de contacto con el mundo, desembarazarte de él tan sólo depende de la capacidad de contactar con uno mismo…ahí hay una clave. Un abrazo!

  2. Y, sin embargo, gran cantidad de gente, buenos profesionales sin duda, funcionan mejor y (supongo) más motivados cuando tienen objetivos implantados exteriormente, o, según el lenguaje del post, sin depender de uno mismo. No me atrevo a afirmar si el manejo del estrés es tan dependiente de estas cosas, porque lo veo más con ojos de problema médico, con un origen somático a veces trabajable y a veces no, No sé, no consigo del todo implicarme en ese estrés de los otros, tal vez he hecho el camino ya propuesto, pero, claro, no he sido consciente de ello. Me pregunto si es que acaso hay manera consciente de hacerlo, sin acabar en el estrés de cumplir semejante objetivo!

    1. Tal vez has hecho ya ese camino o… eres un privilegiado 🙂 En realidad creo que es un reflejo de tu mente de químico, que te permite diferenciar claramente los elementos de sus interrelaciones y reacciones. Afortunado tú, sin duda.

      Sobre lo de los objetivos internos/externos tienes razón, no todos funcionamos igual. A lo que me refería es que sobre los internos podemos tener, si no más control al menos acceso más directo. Es más, puede que un objetivo te mueva sin motivarte (correr no me motiva pero seguro que si viene un león detrás ni me lo planteo). El “no sé por qué hago esto” es muyyy habitual. En cualquier caso, supongo que lo escrito me define, incluso para lo que es obligación, prefiero destilar mis propios motivos, que suelen estar más allá de eso inmediato que no me apetece.

      En lo del estrés diferimos, lo veo más contexto que realidad (y con muchos intereses económicos en el proceso). Sobre eso escribía recientemente Manuel Calvillo. En esto coincido con Manel, lo difícil es evitar muchas veces todo el entorno de relación que conlleva el trabajo. Claro que la opción es cambiar de trabajo, y ahora que lo escribo, igual empiezo a intuir los verdaderos motivos tras algunas actividades actuales…

  3. Somos un poco víctimas de la realidad compleja que nos ha tocado vivir. Y solo un fuerte ejercicio de introspección puede controlar las tensiones estresantes que merman nuestras capacidades y nuestras afecciones. Convertir lo complejo en sencillo y unidireccional.
    .

    1. ¡Hola Ernesto!

      Sabes que admiro tu capacidad para aislarte, creo que hasta de ti mismo. Cierto que las circunstancias tienen mucho que ver pero hay quien nunca es capaz de iniciar ese viaje liberador. Con los años se va ganando cierta destreza, quizá, sobre todo, en ir despejando el camino. Sin duda la sencillez es un excelente objetivo, por eso se muestra tan esquivo 🙂

      1. La introspeccion no supone por sí mismo aislamiento. Es una manera de reajustar dia a día el cuadro vital de nuestra vida. Sin embargo en nuestro recorrido, hay momentos que, utilizando un lenguaje al uso en estos tiempos, tendemos a la deriva independentista. No obstante, y utilizando la rural y recurrida expresión de Manoliño, un buen amigo, siempre tan filósofo como primitivo, «a vaca sempre volve ó rego».Isa, aquí estoy.

        1. Tengo una amiga que lo expresaba de una forma muy pragmática con respecto a las personas que nos vamos encontrando en el camino: «cada un vai con con ven». Yo siempre he querido interpretarlo como que si hemos ido en buena compañía, y uno mismo lo es, regresaremos al lugar exacto en el momento preciso.

          Y recordando una de mis citas preferidas con respecto a la amistad, le decía Juan Salvador Gaviota a su discípulo: «¡Si nuestra amistad depende de cosas como el espacio y el tiempo, habremos destruido nuestra propia hermandad! Pero supera el espacio, y nos quedará solo un Aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?».

          1. Por supuesto que la respuesta es SI. Pero con la conciencia perfectamente clara de que el «aqui» y el «ahora» siempre estaran enmarcados en el espacio y el tiempo. Un espacio y tiempo proximos, vivos, tangibles.

  4. Es cierto. Nuestra actitud es la clave. Que pena que no todos lo veamos así.
    Hay personas que sufren muchísimo y que viven sintiéndose desgraciados, simplemente por ver las cosas de manera negativa, por darle mucha importancia a lo que no lo tiene.
    La frase: «Simple, que no sencillo» le va como anillo al dedo al artículo.
    Felicidades por tu trabajo y por tu actitud!
    Suerte!

  5. Estoy de acuerdo con lo de la actitud. Pero hay ocasiones, que las circunstancias te superan. Y hasta la persona más positiva y luchadora, puede llegar a hundirse en la más profunda depresión.
    Llegados a este punto, es sumamente imprescindible que quienes le rodean le ofrezcan el apoyo y la ayuda suficiente para poder sacarle de ahí.
    A veces…ya no se vuelve a ser el mismo de antes.

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