Conversacional

Conversando con… Santy Gutiérrez: dibujando la actualidad, los sueños y la vida

Siempre dibuja la mente… ¡Siempre!

… aunque luego me explica como, en el recorrido de la mente al ojo y del ojo al brazo, del brazo al papel y del papel otra vez al ojo, a veces se desvirtúa. Y en eso consiste el trabajo del dibujante, en dominar ese camino.

Con 20 años de oficio, de profesión, Santy Gutiérrez es uno de los más prolíficos autores gallegos. Además de su sección fija generando opinión en varios periódicos, colabora habitualmente en revistas, de cómic y otros tipos, e ilustra libros de texto y cuentos juveniles para importantes editoriales. Y también tiene experiencia en trabajos para empresas de publicidad.

Sin embargo, a pesar de dominar las diferentes facetas, y el talento para hacerlas rentables, le gusta definirse como dibujante y afirma que el talento consiste en encontrar el espíritu y dejar que salga.

«Los personajes nacen de la mano, no los creo yo, nacen solos y me gusta descubrir que están poniendo esa cara»

Y yo no le contradigo, porque me gusta la humildad que hace de la  disciplina, la pasión y el esfuerzo artesanal el auténtico orgullo de los buenos. Sin embargo…

En su curriculum figuran premios y exposiciones y en 2003 fundó, junto con tres amigos y colegas el estudio Baobab. Es un padre orgulloso, que se autodibuja cuando «alguien tiene que hacer el imbécil» y, además, desde hace casi cinco años preside la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración. Demasiados ingredientes apetitosos tentando a mi curiosidad para reducirlos a los límites del Conversando con, pero Santy posee un don especial en el que talento y disciplina se alían para conseguir que todo sea posible.

Eran las ocho de la tarde de un caluroso viernes y el sitio elegido, casi sobre la marcha, un rincón con mucho encanto en la Fundación Luis Seoane desde el que nos fue acompañando la caída del sol sobre el delicioso entorno del Club Náutico. Hubo también algunas inesperadas carencias técnicas y unos sillones que más parecía diseñados para la estética que para su uso, pero la mutua curiosidad nos permitió evadirnos para ir recorriendo los caminos de la vocación, el talento y la actitud, de la necesidad de reinvención de los no-modelos de negocio, de la visión del mundo y la identidad, del asociacionismo y la necesidad de representación…

Santy dibuja desde siempre pero a los quince años afirmaba que si algún día se convertía en su oficio dejaría de ser un hoby, una pasión, para convertirse en una losa. Sin embargo tras terminar Filología Inglesa pensó que la rutina de los despachos no era lo suyo así que, preparó su curriculum y se lanzó en busca de la suerte. Y apareció pronto, no le quito razón estar en el momento justo es importante, pero no suficiente para mantenerse 20 años en la profesión. Ante mi insistencia termina por reconocer que se necesita el equilibrio talento-suerte pero que hay que hacer algo por buscarla.

Santy tiene una risa sana y franca, pulcra como todo su aspecto y como a él mismo le gusta definirse. Es orgulloso y humilde, perfeccionista del esfuerzo pero tolerante con la realidad, implicado y relativista. Nunca dibuja fuera de su entorno de trabajo, ni siquiera cuando habla por teléfono o cuando viaja. Confiesa tener una excelente memoria visual (¡que envidia!) que le permite que lo incorporado se cocine en su horno particular para luego recrearse en la libertad creativa. Sonrío… ¡parece tan fácil cuando lo cuenta!

Con lo que más disfruta es con el humor gráfico y aunque reconoce que la crisis da para mucho reivindica la felicidad como inspiración: «Las viñetas cotidianas surgen porque el día a día es precioso, hay que disfrutarlo». En cambio se gusta menos como caricaturista, simplemente solvente y un poco light, porque necesita que el resultado se parezca al original. Y yo pienso que hay quien parece estar tan bendecido por los dioses que hasta en la autocrítica resulta perfecto.

Conversamos también sobre si la situación geográfica desde la periferia afecta a la visión de la realidad y tiene claro que no, pero me ha gustado el orgullo identitario con el que reivindica la sorna, el sarcasmo y la retranca del humor gallego: «Tenemos los gallegos un sentido del humor especial, como los ingleses. Aunque el humor es universal».

El cierre de la conversación, como no, su talento en acción. No se lo había llegado a pedir pero como lo hago cada vez que me dedica un libro, se me adelantó. ¡Un broche perfecto!

Santy en acción: Momento dibujo

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17 comentarios

  1. Interesantísima la entrevista-coloquio con Santy, me transmite serenidad, claridad de ideas y mucho talento, intuyo que se trata de muy buena gente.

    La destreza que demuestra me deja los dientes largos. Habéis tratado de refilón el tema del Visual Thinking. Con la mitad de lo que él es capaz, se podrían hacer maravillas con los mapas mentales, herramienta de creatividad CLAVE bajo mi punto de vista.

    Los que no tenemos mano para ese tipo de arte , tendremos que seguir escribiendo o corriendo !!! 😉

    Un fuerte abrazo y enhorabuena al equipo por el trabajo!!

    1. Intuyes bien Paulino, para variar 🙂

      Con lo del talento para dibujar me ocurre lo mismo que a ti, no me tocó nada en ese reparto. Se me ocurre que cuando volváis por nuestra tierra podemos montar una reunión con Santy en torno a la buena mesa que también tenemos por aquí y poner el broche final con una sesión de Visual Thinking. En realidad hablamos también sobre ello al finalizar la entrevista. Lo cierto es que me encanta escuchar y conversar, sobre todo con las personas que trasmiten fuerza, ilusión y cariño.

      Gracias por tu tiempo y por tu opinión. Un abrazo fuerte! O más, para que transmitas a todo el equipo 😉

  2. Me ha gustado mucho la entrevista, oiga. Yo voy a resaltar un punto que me parece curioso, porque creo que se relaciona con la psicología de la relación de cada uno con su oficio (que no su empleo, como bien discutís), que es la cuestión de ‘parecer un señor’. Yo comparto la idea que expresa Santy (yo es que aspiro también a convertirme en señor, que lo de ser eternamente joven me parece un rollete), pero creo que tiene una parte nostálgica, que añora un pasado en el que los oficios parecían ser más estables, aunque la vida no fuese ni más fácil ni más justa.

    Seguro que se te pasaban por mente los discursos sobre los uniformes de trabajo, cómo deben vestir los directivos, cómo compaginar la barrera de la corbata con el discurso del acercamiento al empleado y demás… Algo alejado del universo que hablas con Santy, pero, ja, nunca sabes a dónde te va llevar el pensamiento, 🙂

    1. Coincido Goio. Esto de ser eternamente joven (por fuera) es insufrible. Me apunto a la reivindicación de esa imagen del paso de los años con dignidad. Me gusta como lo llama Laura Rosillo: madurescencia.

      Y también reivindico la palabra «oficio», algo que parecíamos haber perdido y que parece volver a primera línea. Otra cosa es que solucionemos lo de los salarios y demás, pero todo se andará.

      Santy es encantador y he de reconocer que verlo dibujar me pierde. De hecho le he pedido a Iago que me sacara independiente la parte completa de cuando dibuja, que es cortita, y lo voy a añadir ahora.

      ¿Te imaginas que nos hubiera grabado a nosotros esa maravillosa conversación que tuvimos en Bilbao? Aunque no sé como la hubiera podido editar porque fue larga e intensa. Aún sigue su proceso de destilado en mi cabeza… 🙂

      Por cierto, aprovecho para presentaros oficialmente a ti y a Paulino, también amigo de Manel (como en familia, vaya). No sé por que pero mi intuición me dice que debía hacerlo.

      Bicos!!!

      1. sí, hubiera sido terrible tener que editar esa conversación. Claro que me temo que habríamos tenido director, y este nos habría puesto disciplina y no habría permitido tanta libertad de movimientos durante la misma, no?

        Mapunto la dirección de Paulino, gracias mil.

        1. Sí, y el director es bastante mandón pero en este caso habríamos hecho valer los privilegios de la edad (que viene muy a cuento de lo que comentamos). Además, no sé yo si podría resistir no entrar en la conversación, porque conversador es un rato 😉

  3. No me lo imaginaba así, con ese aspecto tan de niño bueno. Mis padres compran La Opinión todos los día y lo primero que miran son las viñetas de Santy. Cuando estaba escuchando la entrevista me entraron ganas de organizar y dejé mi mesa de trabajo que da gusto verla, debió de ser por contagio del entrevistado.
    Pero mientras la escuchaba me acordé de las otras dos que llevo visto y me entró curiosidad por saber por qué las haces, cual es su sentido y cómo eliges a quien entrevistas. Porque tampoco tienen una frecuencia establecida, por lo que parece. De alguna manera me recuerdan a lo que hace el Banco Sabadell. Como dice el primer comentarista transmiten calma y eso es raro en estos tiempos, ¿tiene algo que ver?

    1. Mis padres también hacen lo mismo, su viñeta es lo primero que miran.

      No eres el primero que me pregunta por qué lo hago y lo cierto es que es un tipo de conversaciones que mantengo habitualmente, sólo que no siempre tengo a la parte audiovisual disponible para grabarlas. Y tampoco a todos los conversadores les gusta, claro.

      Lo del Banco Sabadell me hizo mucha gracia cuando empezó porque, es cierto, tiene similitudes, pero tengo que aclarar que yo empecé mucho antes porque de la primera fue hace más de dos años. De todas formas, has dado en el clavo, el porque y el para qué de estos espacios está empezando a cobrar un nuevo sentido en el marco de nuestros propios proyectos y hemos reflexionado sobre ello últimamente. Tus preguntas me sugieren que tal vez sea una buena reflexión para un post. Lo verás en breve.

      Por cierto, si quieres que “conversemos” sobre esas innovaciones que estáis introduciendo el funcionariado al margen de lo que ocurre, estaría muy bien. Es bueno comunicar lo positivo.

      Un abrazo!

  4. Magnífico el resultado que se consigue con el Conversando con, como se van alternando temas tan diversos, la naturalidad en el tratamiento de la imagen y el trato, las ganas que produce intervenir en algunos momentos…

    Es curiosa la reacción que se pueden llegar a tener con un dibujo, porque como dice Santy el texto es más complicado, hay que darle muchas vueltas… cada palabra produce un significado.

    Coincido con Paulino en que transmite serenidad. Y en base al comentario de Goio y rfc, me viene a la mente la palabra diversidad. Las diferentes interpretaciones que la gente tiene sobre la figura de una persona, en este caso, a través de su oficio. Tendemos a poner etiquetas a todo según criterios muy discutibles.

    El viernes Santy ponía en su muro:
    (…)De tan generosas que son no acabo de reconocerme del todo en las palabras que Isabel redactó en el post del vídeo, pareciera que se está refiriendo a alguien sin duda más meritorio que yo, pero no se puede negar que sí son un buen resumen de la charla que mantuvimos. Y la impecable edición de Yago, hace que hasta yo resulte un tipo interesante. (…)

    Lo he visto un poquito nervioso al principio pero después ya estaba más suelto, no hace mucho que coincidí con el y es una persona encantadora. Desde luego, 35:42 minutos sin desperdicio.

    1. Me preguntaba rfc por qué estos espacios de “Conversando con” y tú apuntas algo que tiene mucha relación cuando dices “como se van alternando temas tan diversos, la naturalidad en el tratamiento de la imagen y el trato, las ganas que produce intervenir en algunos momentos…”

      Señalas las palabras “naturalidad y diversidad” y me gusta especialmente porque apuntan a temas que nos ocupan últimamente. Escuchar no es algo que se practique demasiado en esta sociedad de máscaras, necesitamos recuperar la naturalidad de la conversación, del diálogo, de la curiosidad por los demás. Aprender a escuchar ayuda a saber escuchar-nos y ese es el único camino para construirnos con identidad propia. Y el único camino válido para el entendimiento y el respeto que necesita la diversidad. Porque no es una palabra, sino un proceso.

      Dice Santy que mis palabras son generosas… como le puse en su blog donde reflejó la entrevista, no las tuve que empujar, salieron solas. Y no hay más que ver la entrevista para que cada cual saque sus conclusiones. Es cierto que al principio estaba un poco más tenso pero le duró poco porque esa naturalidad que dices, es parte de su esencia.

      Por cierto, hay que decirle que se escribe “Iago” no “Yago”, a ver si se nos va a enfadar el dire… 😉

      Gracias Tamara. ¡Feliz día!

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