Consultoría y realidades

El día a día del futuro

Merchandising de la diversidad

A estas alturas tenemos claro lo de la oferta y la competencia así que dada la saturación del calendario, además de marketing, va a ser necesario que alguien se ponga a ordenar las estanterías por conceptos.

La sociedad evoluciona y eso quiere decir que a necesidades aun no resueltas añadimos las que se van creando y el resultado es la multiplicación de “causas” que compiten por la atención y por los recursos. Y así circulamos, ejerciendo sordera activa y brujuleando mientras el problema no nos toque.

Cierto que la celebración del día internacional de “algo” sirve para que se hable de un problema pero, en el transcurrir del tiempo, lo único que veo es una secuencia de eslóganes y campañas. Y de entre todos los días señalados, me molesta especialmente el del 8 de marzo, ese que se refiere a (mas de) la mitad de la población mundial. Porque el futuro se hace día a día, no a base de gritos, titulares y falta de argumentos.

Nunca disfrazo mi opinión pero prefiero ocuparme en hacer y en ser. Sin embargo esta mañana se me han atragantado los titulares: los nuevos, los típicos, los repetidos. Y no tanto por lo que dicen sino por la calculada maniobra de trastienda del poder para que el efecto de ruidoso rebote agote la capacidad de acción social. Esa que no consiste en salir un día a la calle, prender un lazo en la solapa o contribuir a un trending topic.

Va siendo hora de dejar de estigmatizar y abandonar las “causas” para centrar la atención en lo que se va consiguiendo y, a partir de ahí, construir. Entretanto, igual podemos ir dejando que la diversidad se organice porque el criterio cronológico, como el alfabético, dejan mucho que desear. A nadie se le ocurre que los Donuts deben estar en la misma estantería que el Detergente, aunque los dos empiecen por la misma letra.

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11 comentarios

  1. Me gusta tu mirada inteligente, personal frente a los asuntos de la realidad. Comparto contigo que en muchas ocasiones hay una calculada intención en las diversas celebraciones y tributos para agotar la capacidad de acción social. Porque, está comprobado que, lamentablemente, enganchan y el tejido social los compra encantado.Por lo tanto, conseguir para construir, día a día.

    Un saludo,

    1. Diversidad y respeto, palabras que necesariamente van juntas. Y mirarnos a los ojos en lugar de al ombligo. Ayer noche tendría que haber cambiado la radio por música en el despertador, pero se me olvidó…

      Y yo también creo que somos muchas personas pensando y haciendo diferente.
      Muchas gracias Jose 🙂

  2. Ayer (bueno, anteayer, el día 7), un vecino con el que me crucé en el ascensor me preguntó por qué llevaba un lazo rojo en la chaqueta. Yo tengo un lazo rojo en algunas chaquetas, frutos de algunos 1 de diciembre en que me lo puse, y luego no quise quitarlo para que estuviera todo el año ahí. Le expliqué esto y me respondió que había pensado que era por el día de la mujer trabajadora. ‘Pero si eso es mañana’. ‘Bueno, pero igual te daban el lazo hoy’ ‘Pero si es un día SIN lazo, que yo sepa’ ‘Ay qué lío…’

    1. Igual tenemos saturación de lazos (¿causas?) y ya no se percibe con claridad el mensaje, a eso me refería con lo de los «días D». Sobre todo desde el momento en que las instituciones se van apropiando de algunas formas de expresión y mensajes. Hoy en día casi se parece más a crear una página en facebook para sumar «me gusta» que a verdadero compromiso. Y encima es como si eclipsaran a los verdaderamente comprometidos, que somos muchos.

      Creo que hay que comunicar, informar, concienciar… pero en la forma adecuada, sin sesgos. Eso fue una parte importante del planteamiento de nuestra película: educación, no manipulación psicosocial. Y por las opiniones que vamos recibiendo, creo que nos hemos acercado bastante al objetivo 😉 Por eso también queremos encontrar el canal y forma adecuados, para que se pueda ver con mirada limpia.

      Sé que es una actitud personal pero es que yo no quiero adoptar ningún eslogan sino que me expliquen el problema y, sobre todo, saber cómo puedo sumar y aportar en el día a día para que las cosas vayan cambiando.

      (anduve mucho tiempo con un lazo negro cuando el Prestige porque me movía constantemente entre lo institucional, así que era más bien una provocación controlada y un mensaje hacia la estupidez humana #soyguerrera)

  3. Todo el barullo de ayer sólo me produjo indiferencia. Desde luego, ni me sentí reconocida por todo lo que se decía ni tenía nada que “celebrar”. Soy mujer, trabajadora y ¿qué?

    Vivimos de “aparentar”: que se hace, que preocupa, que interesa… Y en realidad, sólo nos preocupamos de no quedarnos al margen de las masas o de no destacar porque… no vamos a ser diferente.

    Como imagino que no esto no cambiará en mucho tiempo, propongo que se haga el “Día de abandonar causas”. 🙂

    1. No me extraña Tamara. Pero lo cierto es que ayer, además de barullo, se escucharon unas cuantas aberraciones programadas (esto es lo peor) que superaban los límites. Pero estoy contigo, en general lo que produce es indiferencia por el repetitivo (no) mensaje.

      Me gusta tu propuesta del «día de abandonar las causas» para adoptar el verdadero compromiso: días SIN lazo, como dice Goio y consiguiendo para construir, como dice Jose. 🙂

      En realidad me has recordado que en el post iba a incluir el TED de Tony Porter que recomendaba Manel el otro día y se me olvidó. Ese mensaje sí que suma.

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