Consultoría y realidades

No nos den respuestas, déjennos con las preguntas

Ver, visionar, mirar

Que la administración discursee sobre estrategia empresarial y modelos de negocio no es nuevo, pero algo ha cambiado en los últimos tiempos. Antes ni siquiera veían, ahora intentan visionar. Pero lo cierto, es que apenas saben mirar.

La activación de informes y estudios en vísperas de elecciones es lo esperado. En las dos últimas semanas, y lo que queda,  he asistido a algunos realizados a través de foros en los que participo de forma habitual y activa. Y en cada uno ha brillado alguna idea interesante que, me temo, se perderá en el inevitable recuento de ¿conclusiones?.

Elaborar estudios es parte de mi trabajo y lo más difícil es siempre el diseño de las preguntas, esa dura batalla entre la tiranía del dato y su utilidad. El desequilibrio entre lo que se supone que queremos averiguar y lo que quien colabora tiene que decir. La contradicción entre el recuento y el indicador.

Ayer se presentaron los resultados del estudio sobre la Situación económica de A Coruña  y su comarca, Perspectivas de saída da crise, realizado sobre los principales indicadores socioeconómicos del Concello. Por supuesto, metodológicamente correcto, cuestionarios y grupos de discusión, pero, en un intento de objetividad, ¿necesario?

Repasando mis notas encuentro puntos interesantes como principio de algo. Me parece bien que se enfoque al tejido existente, puesto que se recogían tres categorías por dimensión de plantilla: pequeñas (hasta 10) medianas (de 10 a 20) y grandes (mas de 20). Pero teniendo en cuenta que se hizo en colaboración con la CEC, se parte de un concepto empresarial del que probablemente quedan fuera muchas respuestas igualmente necesarias.

A pesar de estas consideraciones, y que los cuestionarios se cubrieron en noviembre de 2010, entre los datos presentados, algunos que me llamaron la atención.

Parece que la crisis ha impactado menos en las empresas más jóvenes, pero no se aclaró más. Veamos: ¿Tenemos la relación de este dato con los sectores de actividad?, ¿Con su proyección de mercado? ¿Con su ritmo de crecimiento respecto al plan de negocio inicial? ¿Empresas más jóvenes se refiere a la edad de quien las promueve o a su antigüedad?

Por lo visto las «grandes» aguantan mejor la crisis ¿Es un buen dato? ¿Cuantos ERES hemos acumulado desde noviembre? (unos cuantos, me consta). ¿Aguantar mejor se refiere a capacidad financiera o de negocio? ¿Es mejor «aguantar» que sufrir un «menor impacto»?

La conclusión a estas alturas fue que, ante la crisis, las empresas se han reconvertido cuando lo que han hecho es reducir gastos: Reducir NO ES Reconvertir.

Respecto a la perspectiva del empleo, curiosas conclusiones parciales. Por un lado  la lectura sobre reducciones de plantilla, en términos relativos, nos dice que ha afectado principalmente a: Personal cualificado, Personal técnico y Mandos intermedios. Por otro, parece que para las nuevas contrataciones hay dificultades  para encontrar personal cualificado. Enlazando ambas cuestiones me surgen dudas que no han aclarado.

¿Es este personal cualificado distinto del que se alude cuando se habla del impacto del paro? Si es el mismo, ¿Por qué no se encuentran?

¿Será que hay mucha cualificación en negocios obsoletos y ninguna en donde se necesita? ¿Qué ha pasado entonces con tanta inversión en formación

¿Sobraban ya antes mandos intermedios o es que estamos dejando de mirar hacia afuera?

¿O sgnifica, al menos, que las empresas están evolucionando y apostando por nuevos sectores de actividad?

Los descuadres y conflictos interpretativos me parecen lo más interesante de cualquier estudio. En realidad es lo que pernite seguir avanzando, siempre y cuando la intención de seguir acompañe al hilo descubierto. Pero llegó, por supuesto, el temido apartado del conclusiones y recomendaciones. Nuestro futuro está en el Turismo, la Piscifactoría y la Industria alimentaria. He dicho.

¿Y lo que pedimos desde el empresariado? Pues PLANIFICACIÓN antes que ESTRATEGIA: Menos actuaciones estrella y desconectadas y mas paso a paso con visión y coherencia. Correcto, pero no sé cómo se pretende llegara ahí desde estas afirmaciones tan exclusivas y exclusivistas de la nueva ciudad estado:

– Apostar un modelo de ciudad que vertebre iniciativas (¿de quien?)

– Atraer / potenciar Industria

– Ampliar miras hacia el área metropolitana ???

– Ver en qué somos diferentes del resto de Galicia ???

– Abrirnos al mar ???

La fotografía de la primera parte de la presentación, podría tener un uso interesante para empezar a buscar las preguntas adecuadas, pero con este alcance de miras poco cabía esperar de la visión estratégica, que se «ha de vertebrar» sobre cinco ejes:

  1. Calidad de vida
  2. Lonja de España
  3. Ciudad abierta al mar
  4. Capital comercial
  5. Motor empresarial

¡Bendita ambigüedad! Por supuesto las palabras tecnología, redes o transnacionalidad ni asomaron el hocico. Si las conclusiones no buscan determinar el problema de fondo, si quien encarga las preguntas sólo conoce lo convencional, el esfuerzo es tan argumentativo como ineficaz. Y seguro que no sucede sólo aquí, eso es lo realmente preocupante.

Yo creo que lo que pedimos desde las empresas es que nos dejen trabajar en paz. Porque para enterrar a una empresa (o industria) hegemónica, no hay que ir necesariamente ni a un funeral, ni a un bautizo, quizás con suerte te inviten a la ‘puesta de largo’.

Compartir

5 comentarios

  1. Muchas empresas, en vez de reconvertirse, reducen gastos, como tú dices, pero gastos de PERSONAL, y sin reducir actividad.
    En consecuencia, los que tuvimos la ¿suerte? de mantener nuestro puesto de trabajo, ahora hacemos el trabajo de cuatro o cinco personas, con una cantidad ingente de horas extra que, por supuesto, no cobramos, porque, si no, ¿dónde estaría la reducción del gasto?
    Trabajamos más que nunca sin innovar en absoluto. En cuanto alguien intenta ser creativo, viene el de turno a ponerte cremallera en boca y soltarte frases tipo «Eso ya lo harás tú cuando tengas tu propia empresa; ahora se hace lo que yo diga».
    Y lo peor de todo son los empresarios que se mueven por miedo, por lo que yo llamo el «por si acaso», y se dedican a hacer la pelota al político de turno, perdiendo así todo el respeto y arrastrando a sus empleados a esa denigración de la profesionalidad

  2. Supongo que hay de todo y desde luego el miedo no es buen compañero ante situaciones complicadas.

    De todas formas en realidad lo que estaba cuestionando no es siquiera la actitud o decisiones del empresariado, ni de las personas que trabajan en las empresas, sino de la maldita manía de gastarse el dinero en estudios que no sirven para nada. Y la culpa no es de quién lo hace sino de las instrucciones de quien los pide.

    Es dinero público que no aporta nada porque luego simplemente van a una estantería, un informe anual o, como muchísimo, un fichero en Web. Titulares de un día que nos salen muy caros.

  3. Estantería no… Esos estudios son ideales para poner debajo de una pata de la mesa, cuando ésta cojea. Te aseguro que tienen el grosor adecuado para ello.
    🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies