Consultoría y realidades

Si no sabes qué hacer

Inventa

Un nombre, un contenido, un sentimiento, una necesidad… Casi todo vale en esta pelea de rellenos y captación de audiencias.

No creo que la solución a la  paradoja de la sociedad de la información esté en presentar la información para que sea más fácil de entender (easy to understand), de forma más intuitiva, con menor esfuerzo, que también. Esforzarse no es lo malo, sino el hecho de no saber por qué y para qué.

De hecho, creo que la saturación viene porque la intuición elabora de forma inmediata conexiones que se pierden al no poder registrarlas: ese tiempo de búsquedas (¿dónde lo habré guardado?) que deberíamos emplear en observar y reflexionar. Ha mejorado el proceso (ya no acumulamos artículos recortados) pero la dificultad es incluso mayor, teniendo en cuenta que ya ni podemos ser conscientes del volumen de lo almacenado.

Entre tanta sofisticación informativa y marketing gubernamental, sorprende el vídeo del mensaje a la sociedad española de Enrique Fuentes Quintana, a los tres días de ser designado Vicepresidente segundo para asuntos económicos, en plena transición y crisis del petróleo: La información relevante no necesita artificios, ni slogan o campañas millonarias.

Si de verdad se quiere comunicar, el actual desarrollo de los canales de comunicación no es el problema sino todo lo contrario: la garantía de que el mensaje llegará a quien tiene que llegar. En vez de eso, nos dedicamos a tertuliar sobre los propios hechos estelares mientras se contempla la arena.

Pero ahora todo el mundo sabe de información. Como si el tener mejores raquetas ya nos hiciera expertos tenistas. Claro que también montamos congresos para fabricar líderes, y así nos va.

La realidad es simple, aunque las soluciones sean costosas. Así es como se debe contar, como en este sorprendente discurso aportado hoy por Xabier de la Maza del que reproduzco más abajo algunos extractos.

Lo que se decía entonces. Lo que no nos quieren decir ahora. Lo que no queremos escuchar

Las soluciones a problemas económicos nunca son económicas, sino políticas

No hay oscuras fórmulas. Los problemas económicos de un país solo pueden superarse mediante el esfuerzo y la colaboración de todos

Ustedes intuyen y comprenden desde luego esos problemas, sin necesidad de que yo venga aquí a decírselo porque la economía es cuestión de experiencia y de sentido común y ustedes poseen ambas cosas en abundancia

Si un número creciente de personas, hombres y mujeres, jóvenes y otros que han dejado ya de serlo, ven frustrada la posibilidad de ejercer su más noble derecho, el derecho a trabajar, es que las cosas no van bien

Y si ustedes leen cada día que el valor de nuestras compras al extranjero supera fuertemente al valor de los bienes y servicios que vendemos al resto del mundo, es que las cosas no van bien. Porque una sociedad es, en este aspecto, en todo semejante a una familia, que si insiste en gastar más de lo que ingresa, acabará por agotar sus ahorros y su crédito

La situación de la economía española no autoriza a nadie a proponer ni a prometer soluciones fáciles. Quien lo haga, no construye democracia, practica la demagogia

Del contenido de ese programa, de sus propósitos, de las colaboraciones y apoyos que necesita, todos ustedes tendrán información clara, veraz y puntual. Porque es desde una información veraz y completa desde la que puede solicitarse la colaboración ciudadana en una democracia

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