Conversacional

Conversando con… Andrés Pérez Ortega: Marca Personal

«Internet sigue siendo minoritaria y sigue siendo todavía muy clasista»

¿Cómo es posible que en una sociedad tan informada, tengamos esa carencia de criterio?

«Pues precisamente lo que está ocurriendo, sobre todo en Internet, no es que la gente esté más informada sino que las ideas más generalizadas las asume todo el mundo y no es que haya más diversidad sino que se crean como… bloques… a la gente le encanta sumarse a lo último que aparece y en Internet es muy fácil que surjan tendencias a las que todo el mundo se agarra. Lo que está generando Internet no es diversidad sino precisamente todo lo contrario, es decir, no está fomentando las minorías sino que la mayoría pues se sume a saco La gente se está agarrando a lo que se supone que se está agarrando todo el mundo. Su lema lo resume un refrán portugués: “Cuando no hay viento, rema”

Un resumen de sus ideas y de sus palabras…

Es muy difícil ser persistente en la construcción de una marca cuando el destino no está definido. Es improbable que consigas algo más que aquello a lo que aspiras. Por eso el objetivo es transmitir confianza, emoción y sinceridad para ocupar un lugar en la mente de los que de deciden. Es decir: Ser recordados, Ser tenidos en cuenta, Ser la opción preferente y Ser elegidos. Una Marca personal fuerte implica Claridad y consciencia y todo ello sale de lo que Andrés define como ADN

A: análisis, atributos, autenticidad
D: diferenciación
N: notoriedad

Una Marca personal fuerte no es egoísta sino que es la que satisface las necesidades de otros. Por eso, construir una marca personal es… “Gestionar las percepciones”. Ser una marca te enseña a convertir todo lo que haces en un producto vendible.

Y todo esto lo defiende Andrés con vehemencia desde su aspecto de niño bueno, bien peinado, con su correcta camisa azul en contraste con su tendencia a romper tópicos y desmitificar: “Yo soy como muy radical en algunas cosas”.

Cuestiona que exista el carisma, pero sí recalca la importancia de cómo te recuerdan: “no se trata del espacio que llenas, sino la importancia del vacío que dejas”. Opina que Internet va en contra de la marca personal, “se supone que vamos a ser únicos y singulares mientras que lo que estamos haciendo es empezar todos a subirnos a diferentes carros, y el que se trate de salir de eso le machacan”.

«Se te ocurre hacer una crítica sobre twiter o sobre Facebook o lo que sea y entonces te llegan los fanáticos o los censores y te empiezan a decir que cómo se te puede ocurrir decir esto, como puedes tener tan pocos follewers… Es como una especie de fanatismo que da mucho dinero»

Su razonamiento es tan aplastante que desarma. Defiende que Internet sigue siendo minoritaria y sigue siendo todavía muy clasista.

«He descubierto una herramienta que permite comunicarte con todo el mundo con un precio barato y que además te permite tener listas de contactos y tal… Se llama teléfono. Y no veo que se estén escribiendo libros y libros sobre cómo utilizar el teléfono y cuales son las normas, net-etiqueta telefónica sobre cómo tienes que contestar. Es un aparato que conoce absolutamente todo el mundo mientras que Internet sigue siendo muy elitista»

Su proyecto empezó consigo mismo, gestionando la percepción de su marca personal lo que le llevó a  reforzar facetas que tenía ocultas porque pensaba que a la gente no le iban a gustar. Lo que tiene claro es que “una de las cosas que no debe hacer una marca es intentar contentar a todo el mundo. Cuando empiezas a escribir tratas de no ofender a nadie. Lo que yo hice fue, mas que apartar, potenciar algunas que estaban ocultas”.

Le aconsejaban que no dijera algunas cosas, que me moderara, por ejemplo de R2H2, de las escuelas de negocios… porque eran los que le iban a contratar, pero apostó por la credibilidad de su mensaje, lo que implicaba no autocensurarse. Y le dio resultado porque, aunque a muchos no les gustara, generó opinión: “por fin hay alguien que lo dice”.

Por otro lado, una marca debe ser visible pero es muy fácil traspasar los límites entre la visibilidad y la sobre exposición: Es fácil pensar que tener una marca es ser conocido. Conversamos sobre los cargos de representación, sobre todo en los entornos asociativos que a mi me ocupan y sobre lo que Andrés es bastante escéptico:

“Cuando estás ejerciendo un cargo, es cuando menos marca personal tienes” No deja de ser como la sobreexposicón en Internet, que se supone que nos va a permitir ser únicos, individuales, y singulares y válidos y realmente lo que estamos haciendo es empezar todos a subirnos a diferentes carros y el que se trate de salir de eso le machacan. Es como una especie de fanatismo que da mucho miedo».

Sin embargo, Internet no es más que una evolución de las “cosas de toda la vida se están aplicando en la red ahora”. Es una herramienta más, necesaria, pero también peligrosa porque “Una marca puede cometer un error, pero a una marca lo que no se le permite, es la mentira. Y menos a una persona”

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