Consultoría y realidades

Nunca habia visto a tales leones capitaneados por tales corderos …

Somos lo que hacemos, no lo que decimos

Las películas que incluyen ejércitos me dan alergia. Comprendo que es un prejuicio injustificado, que no injustificable , aunque nunca me he parado en averiguar las causas. Lo cierto es que necesito el empuje de quien la ha visto para darles una oportunidad.

En este caso me convencieron dos cosas, el no haber tenido una excesiva repercusión mediática y el trío de monstruos Meryl Streep, Tom Cruise, Robert Redford, con talento más que demostrado de transmitir emociones y hacer grandes las «historias pequeñas«. No quedará como una de las grandes del cine, contar obviedades no está entre los requisitos necesarios, pero ganará con el tiempo sobre todo por una cosa, por la torpe miopía en que se mueve la humanidad repitiendo constantemente los mismos errores.

Tres líneas argumentales desde los tres principales marcos de influencia social, educación, prensa y política, en los que cada personaje afronta la realidad con distintas proporciones de ambición, idealismo y decepción. Diálogos rápidos con momentos intensos marcados por emociones. Enfrentamiento entre el rancio y caduco idealismo del 68 y la ineficacia del falso brillo del poder que nos tiene sumidos en la actual incertidumbre social y económica.

Me preocupa que la necesidad de entendimiento para reconstruirnos como personas se quede en una negociación de partes. Que nos empeñemos en reconstruir un puzzle negociando cuantas piezas pone cada parte en lugar de cuestionar los supuestos para elaborar una composición final más acorde. Que tengamos tan poco visión de conjunto y aún menos visión de futuro. Que nos dediquemos a la estúpida tarea de etiquetar errores para buscar culpables en lugar de dimensionar adecuadamente el problema para diseñar soluciones. Siempre se nos olvida que en las guerras, sean del tipo que sean, nadie gana.

Momentos Redfor: profesor idealista-alumno talentoso y pasota

Si tus reclamaciones sobre el congreso y la política son ciertas, si todo está tan mal como acabas de decir… ¿Como consigues disfrutar de la vida? ¡Roma se quema hijo! Y el problema no es quienes empezaron, ellos ya no tienen remedio. El problema somos nosotros, todos, que estamos quietos sin hacer nada. Maniobramos para que no nos alcancen las llamas, aunque en el mundo también puedes encontrar gente que está luchando para logar un mundo mejor.

– Cree que es mejor intentarlo y fracasar que no intentarlo, ¿Verdad?

– Si

Y si el resultado es el mismo, ¿Cuál es la diferencia?

– Al menos has hecho algo

Momentos Streep-Cruise: La periodista concienciada y crítica contra el joven político ambicioso que le devuelve bien los golpes.

Nunca combatas con el mismo enemigo demasiado tiempo o se adaptarán a las tácticas. Un enemigo aplastado se arrastra y puede levantarse. Y han aprendido a hacerlo después de la primera acometida.

Que las alturas sean nuestras es esencial. Quien las ocupe tendrá la ventaja de observar, la prerrogativa de atacar y la oportunidad de controlar. O logras una presencia constante o sufres una violencia constante.

Ustedes también vendieron la guerra, ayúdenos ahora a vender la solución.

Momento título de la película

En la primera guerra mundial, los alemanes escribieron poemas sobre el valor de los soldados británicos, ¡los admiraban!, y se burlaban de los mandos que, en su incompetencia, mandaban a la muerte a cientos de miles de ellos. Un general alemán escribió: «Nunca había visto a tales leones capitaneados por tales corderos»

Lo que más me ha gustado de la película es que deja espacio a la reflexión y al debate porque…

  1. No llega con el idealismo que se reduce a acallar conciencias por el simple hecho de «hacer algo,» para asentarse en lo cómodo desplazando culpas en las siguientes generaciones, que se escudan en el desencanto de lo que les hemos dejado en herencia para no hacer lo que les es propio: revelarse e innovar.
  2. No podemos eludir la responsabilidad de nuestro voto en la legión de gobernantes que aprovechan nuestra apatía para escapar impunes de errores tan beneficiosos para unos pocos.
  3. No debemos permitir la influencia mediática que escudándose en la «libertad de expresión» incrementa cuotas de audiencia en proporción directa a nuestra desmemoria y al deterioro de nuestra conciencia colectiva.

Me quedo con una frase:

¿Cuando empezaron a confundir la opinión correcta con la opinión mayoritaria?

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