No suelo hacer reseñas al uso de los libros que leo, pero sí subrayar, anotar y extraer palabras, frases y párrafos que me impactan. Y no por la complejidad de las ideas, la mayor parte de las veces, por todo lo contrario: lo que suelo llamar un planteamiento «simple y potente».
Suelo dejar por aquí algunas de estas anotaciones, sin embargo, con las muchas y variadas lecturas (como siempre que siento demasiado desconcierto social) de estos últimos dos años apenas he tenido tiempo y quedan en lista de espera, porque transcribirlos me ayuda a pensar e hilvanar ideas.
Pero a veces se cuela alguna, como esta reflexión de Juan Villoro al inicio de su «libro No soy un robot«, que me ha sorprendido como suele hacerlo la humildad del conocimiento, el de verdad.
“Reflexionar sobre la cultura de la letra resulta imperioso en un momento en que la especie pierde facultades que son asumidas por las máquinas. ¿Qué es lo humano hoy en día? La pregunta, que antes apelaba a los filósofos y los teólogos, es planteada a diario por las computadoras.
Para entrar a un sitio virtual debemos identificarnos como personas; pertenecemos a la primera generación que puede ser sustituida por mecanismos. En consecuencia, las páginas web solicitan que marquemos la casilla junto al lema «No soy un robot».”
Tanto Juan Villoro en general, como algún otro pasaje de este libro en particular, se irán colando según lo pidan mis reflexiones. La parte de los selfis es impagable. No sé si me ha hecho reír o llorar.