Falsos positivos
Parece que se nos da mejor la fotografía global de las emociones que aprender a interpretarlas cuando ponemos nombres en lugar de hablar de «personas».
Pero no hay máquina que sustituya al entendimiento y la complicidad que se genera en la convivencia
Aprendimos a disfrutar del aprendizaje conjunto, que al principio nos desesperaba, desde la complicidad que genera la convivencia. Detalles y guiños a los que fuimos llegando cuando nos paramos a escuchar, hablar y compartir.
Nos pierde la búsqueda de «el concepto», teorizamos demasiado. ¿Falla el sistema? Pues claro, pero la globalidad se compone de muchas piezas así que empecemos por revisar el propio, en lugar de escondernos y contribuir, por acción o por omisión, a la peligrosa burbuja de pre-ocupados sociales.
Nos incomoda el conflicto por eso aceptamos tan fácilmente los falsos positivos. Lo del retroceso gestual es particularmente interesante, claro que para eso no sólo hay que querer verse las caras, sino trabajar a hacia dentro los índices de sinceridad
El problema no son las mentiras hacia fuera, sino el engaño hacia dentro. (Valentín Fuster, La ciencia de la salud)
Por eso nos seguirán gustando más los sofisticados polígrafos que invertir en estudiar los 43 músculos que se combinan para producir 10.000 posibles expresiones en el rostro, aunque luego tengamos que preguntarnos: ¿Cuánto hemos gastado en este estúpido proyecto?
Fantástico Tim Roth en Miénteme.
(3:00 m.)
Hola Isabel. Hoy estaba de camino al ytabajo escuchando la radio y han hablado de unos cuantos corruptos que se siguen aferrando a su mentira para intentar no ser condenados o juzgados. Creo que el huevo no les duraría ni dos minutos intacto.
«Con la verdad por delante» esa ha sido una máxima de mi familia, y en la medida de lo posible la llevamos a rajatabla. Dicen que soy muy expresiva, a sí que conmigo no necesitaráin el huevo, se me nota en la cara. Acostumbro a fijarme en la expresividad de los rostros,en los gestos, las posturas… apoprtan muchísima información.
Un saludo
Hola Aiti!
Yo tampoco necesitaría el huevo, por lo que dicen, también soy muy expresiva, igual más de lo que yo quisiera 😉
Lo que no tengo tan claro es si el que una persona sea expresiva implica que otras la interpreten correctamente, porque lo que vemos también depende de los filtros que nos vamos poniendo. Lo de la sinceridad siempre me llamó la atención porque por una parte a veces nos auto engañamos sin querer (o porque estamos en evolución y todavía no percibimos con claridad) y, por otra, la misma respuesta se mimetiza de forma diferente según la necesidad de la otra parte.
Sin embargo, y esto es lo bueno de la serie «Miénteme», hay una gama enorme de micro gestos que son comunes independientemente de la cultura, la edad, etc. de las personas. Seguro que nuestra forma de relacionarnos mejoraría si incorporáramos este aprendizaje desde el colegio. Daría para estupendas dinámicas de grupo, ¿verdad?
Pero los políticos son un campo de aprendizaje estupendo porque cometen los errores más zafios y más básicos a pesar de saber que están en el escenario, y que ahora con las redes las mentiras saltan rápido. Lo sabemos y parece que nos cuesta reaccionar. Seguro que tiene bastante que ver con lo de la indefensión inducida.
Gracias Aiti, un abrazo con sonrisa! 🙂
Cojo prestada estas dos frases para el tumblr como anotación: “Nos incomoda el conflicto por eso aceptamos tan fácilmente los falsos positivos”, para bordar y terminar con… “Nos pierde la búsqueda de “el concepto”, teorizamos demasiado”.
Los «viejos» métodos siguen siendo infalibles 🙂
Tamara, tu destacado me ha hecho pensar que igual también hay que cuidarse del extremo contrario.
Quiero decir que igual también es bueno fijarse en quien provoca el conflicto y por qué para no caer en las redes de quienes son expertos provocar para luego surfear y escaquearse. Podemos anotar y enfrentar las dos ideas, a ver qué pasa.
Lo del exceso de teorización para la búsqueda del concepto universal y es una plaga y la mejor cura es ponerse manos a la obra 🙂
muchas veces el principal problema del prueba y error es la falta de control de las condiciones de contorno (o de las variables y los valores que pueden llegar a alcanzar). En una cosa como los polígrafos, el vídeo ridiculiza la falta de consideración de estas cosas, aunque tal vez se excediera (bueno, yo no conozco la serie, sólo puedo hablar de una secuencia de tres minutos) al no poner en valor el posible conocimiento adquirido con un prototipo inicial, cuyo problema principal es salir a ‘mercado’ antes de tiempo, y que puede ser lo que lleve a la conclusión de que la tecnología actual puede estudiar los dichoso 43 músculos y su combinación según emociones, y dar mejores resultados. No es creíble, salvo que la ejecución del proyecto sea cosa de tipos bastante chapuceros, que una cosa tan sencilla como que las modificaciones bruscas de las condiciones de percepción o estado del objeto de estudio fueran ninguneadas en el trabajo previo. Yo por mi parte ya no me atrevo a decir por gestos qué es lo que puede pensar alguien, aunque supongo que la cabeza saca sus propias conclusiones, porque ya me he resbalado lo mio al respecto…
Ay, la leche, que te has tomado en serio los tiempos del fragmento? :’D
Es precisamente lo que le quita la gracia a la serie, en vez de apostar por una historia a desarrollar en un número X centran las tramas en autoconclusivos, y eso, lógicamente, implica grandes desfases en todos los desarrollos teóricos. Vamos, que aún asumiendo que exista realidad científica tras lo que cuentan hay que sobreentender el increíble grado de invención al que llegan para poder ir cerrando.
Vaya, vaya, se me juntan dos expertos en un hilo alrededor de la captura.
Sr. Borge, sobre modelos que salen al mercado indebidamente probados o comprobados hay abundantes referencias, y sé que este ámbito de la I+D lo conoces bien. Mirándolo desde es punto de vista que expresas, podría parecer que ridiculiza el invento pero no es eso. En todo caso lo que critica es la manía que tenemos de pretender renegar de los esfuerzos y/o conocimientos que como personas debemos desarrollar para descansarlo todo en manos de las máquinas, a las que dedicamos más esfuerzo que a nuestras propias capacidades.
Es obvio que no vamos a hacernos expertos en el reconocimiento gestual, pero también que no nos molestamos siquiera en intentarlo con un poco de distancia. Hay mucha información en lo que no decimos verbalmente, igual es que nos hemos vuelto una sociedad demasiado egocéntrica.
Sr. Glez. me ha dejado muda con eso de “centrar la tramas en autoconclusivos”, no sé si lo entiendo muy bien 😛
En lo que estoy muy de acuerdo es en que esa manía de “empaquetar” los descubrimientos y avances científicos desvirtúa o, cuando menos limita, las posibilidades. Sobre todo porque luego se utilizan como nuevos dioses a los que adorar minimizando o desplazando nuestro propio potencial como seres humanos. Él polígrafo puede ser bueno detectando alteraciones pero no sus causas.
En cualquier caso, me hubiera gustado que la serie se centrara más en esto del reconocimiento gestual pero l final lo que vende es el ritmo x16. Pero la captura es mágnífica.
Un placer caballeros 🙂
Al final todo esto debería resumirse en el fiasco que supuso Blade Runner anunciando el futuro, todas esas marcas poderosísimas en el año 83, como Atari, que allí adquirían presencia como si tuvieran en previsión seguir sacando al mercado artilugios impactantes que sirvieran para algo…, y al final nada de nada! Les falló la I+D, seguro 😛
Jeje, la síntesis perfecta a los dos hilos 😀
¡Cuánto trabajo para tan solo 43 pequeños músculos!
¡Cuántas líneas y bocetos para un edificio! ¡Cuantas ideas para un proyecto! 😉