Consultoría y realidades

Reciclar el dato

… pero antes las ideas

Si en la duda está la oportunidad, y la abundancia induce a provocar artificiales escaseces, entonces parece adecuado encontrar la forma de ordenar las «sobredosis de todo» que nos acosan. Volamos tan rápido entre descubrimientos y modas que lo que pretendemos “conocimiento” no deja de ser una manifestación más de la obsolescencia programada.

Al concepto de “basura” le ocurre lo mismo que al de “veneno”, lo es o no dependiendo de la dosis. Y esto mismo es aplicable a los datos aunque, obviamente hay quien lo tiene claro, con toda la carga de profundidad que puede implicar.

La capacidad de gestión masiva de datos se nos presenta como un importante avance tanto en la empresa privada con en las instituciones: eficiencia, decisiones inteligentes, detección de errores y fraudes, mejoras en la recaudación, atención al cliente y personalización, o el diseño de nuevos productos y servicios. Sin embargo…

En el sector público el proceso de apertura de datos se paraliza con la disculpa de la escasez de recursos (y la ignorancia/dejadez de la ciudadanía) y asistimos impasibles a la batalla de las grandes empresas por adueñarse de la privacidad para hurgar en nuestras emociones. De nuevo Orwel, nada nuevo. La cuestión es otra.

La clave que subyace tras la súper abundancia (de datos, de formación o de lo que sea) está en el empobrecimiento global de la ciudadanía pero, sobre todo, en la falta de perspectiva. Y no estoy pensando ahora en aspectos sociales sino en economía real, porque por mucho que se detecten y sinteticen nuestras emociones y anhelos, ¿quién va a poder comprar o dedicarse a algo que no sea “pura supervivencia”?

La supuesta anticipación de necesidades que permite el análisis de datos nos habla del reciente pasado de ficticia abundancia, pero eso no es lo que está ocurriendo.  Y estoy de acuerdo en que la facilidad para acceder a la formación, sobre todo las pymes, es sin duda una oportunidad… si es que sobreviven.

Sin embargo es cierto que las visiones pesimistas no ayudan así que el contrapunto a la excelente viñeta de Santy Gutiérrez que abre esta reflexión, lo pone este vídeo que ayer me alegró el día. Lo de los datos y la formación da para mucho, así que tiempo habrá. Ahora prefiero quedarme con las «mariposas en el estómago»

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15 comentarios

  1. Todo sea por las mariposas en el estómago. Datos por un lado, pero luego, ya ves: en el basura los productos físicos pueden recobrar vida. Muy chulo el video… y tu reflexión 😉

    1. La verdad es que el vídeo me contagió las mariposas en el estómago y me colocó la sonrisa. 🙂
      Reconozco que cuando no puedo ordenar la reflexión me siento así como en medio de un montón de basura. El lado bueno es cuántas cosas se pueden hacer, por eso me gustan tanto los proyectos de Paz.

      Se reflexiona mejor en compañía. Gracias Julen.

  2. Y en el “lado” donde todavía aún tenemos el instinto de consumir a raudales nos saturan con los catálogos para comprar regalos de navidad, en uno de ellos encima de la foto pone “¡Me lo pido!

    Son buenas fechas para que niñ@s y mayores vean el vídeo para entender que lo importante no es tener mucho sino saber aprovechar lo que se tiene. La que cosas que tenemos en el trastero… 🙂

    1. Uf! Tienes mucha razón, creo que esta navidad va a marcar un punto de no retorno para mucha gente (y no me refiero a lo religioso sino a la vivencia social).

      El auténtico regalo para l@s niñ@s sería ponernos a reciclar, sean instrumentos musicales o cualquier otra cosa a la que nos lleve la imaginación. Hacer cosas con las manos, compartir esfuerzos y retos, espabilar la creatividad, con-vivir…

      Igual esa es la parte buena que vamos a descubrir 🙂

  3. Encontrar joyas en la basura es el simbólico tema de una película excelente de Terry Gilliam que lo representaba muy bien, se llama El rey pescador, y la basura a la que se referían era física pero también humana. En nuestros días podría enviarte a Wall E, el mayor almacenero constante y eterno de la historia cinematográfica del reciclaje…

    me guardo el video: es didáctico y apunta mediante la infancia a la necesidad de la educación en valorización. A nuestros niños me temo que les suene a un universo distinto, pero no le quita el valor (posiblemente se lo dé y se lo quite a nuestros niños, me temo)

    1. Encuentro algo muy interesante en esta necesidad de aprender a aprovechar los recursos y es la “mirada de la curiosidad”. Ver como se reutiliza un bidón de aceite para hacer un instrumento me recuerda a la atracción por los trasteros, garajes o ferreterías de toda la vida tipo “el bazar del apuro” (una expresión de una de mis tías que siempre me encantó), que casi todo el mundo ha sentido en la niñez. Tanto hablamos de creatividad e innovación… pues eso. Parece que necesitamos muchas miradas tipo Nikola Tesla

      La cuestión es, además de la disminución del despilfarro (ahora ya qué remedio) entrenar la mirada para cuestionar segundos usos y nuevos destinos. Y puede que el proceso recuperemos también el aprender a hacer cosas con las manos, que parece que ya sólo saben teclear. Incluso igual asimilamos aquello de que a veces el cuerpo piensa mejor que el cerebro.

      De la película ni idea pero si me dices que es excelente, anotada queda. 🙂

  4. Muy buena reflexión, Isabel, pausada y precisa. Espero que la sigas, otro día, eso sí. Ahora toca dejarse llevar por esa preciosa historia y dejar que las mariposas se muevan a su antojo. Saludo,

    1. Me gusta lo de “pausada”, sobre todo porque a veces cuesta no dejarse llevar por el ritmo desenfrenado al que incita la situación. Esa necesidad de distanciamiento deliberado en la que creo que coincidimos 😉

      Igual esa es la solución, en lugar de escapar y no querer ver la basura que nos rodea, dejar de loquear tras las novedades y mirar la realidad para ponernos manos a la obra. Hay música en todo, sólo hay que saber y querer mirar.

      Un abrazo Jose!

    1. Teniendo en cuenta que lo dice Doña Basura lo de «haz lo que haces siempre, siempre has hecho lo de siempre, nada más» imagino que tiene relación con las toneladas de basura que nos rodean. Estaría bien ponerlo en contexto pero supongo que el consejo es que vaya a lo suyo… ¡Impagable la cara del muñeco naranja en el minuto 1:05!

      «Todos tienen sus problemas que contar, todos tienen su dolor, y si aceptas el consejo que te doy, te irá mucho mejor: no estés triste, no sufras, no te rindas jamás…»

      Y encima que ritmillo tiene y que pegadiza. Me ha encantado esta recomendación 🙂

      Abrazo fuerte!

  5. Me has dado la idea. Les pediré a mis alumnos que traigan cosas que tirarían a la basura. Seguro que en el taller de tecnología somos capaces de convertirlas en regalos navideños.

    Eskerrik asko eta muxu gehiago!!

    1. ¿Puedo apuntarme? 😀

      Reciclar cosas (muebles, utensilios… loquesea) es uno de mis vicios secretos. Y me llevo bien con todo tipo de herramientas, con la pintura y con lo que haga falta. Sería bonito grabar ese taller. Seguro que será a ritmo de sonrisas.

      Gracias Ane. Muxu eta besarkada haundi bat!

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