Consultoría y realidades

La respuesta nunca será la verdad

Tratando de entender

Mas que lo que ocurre en las calles, debería preocuparnos lo que discurre por nuestras cabezas. Parece que el 15M se ha convertido en el eje de la controversia en lugar de un instrumento o un canal que nos puede permitir ir centrando ideas y argumentos.

Desde el principio he reconocido la media distancia con la que he contemplado el discurrir de los hechos, a pesar de que mi tendencia natural es la de emocionarme con la voz de la ciudadanía. Quizá mi escepticismo se deba a la falta de perspectiva o de claridad para formar opinión. O quizá, a que me abruma el peso de contribuir a agitar unas aguas que no sé hacia dónde dirigir.

Pero lo que realmente me apena es, que en tan poco tiempo, se empiece a utilizar como arma arrojadiza el hecho de opinar en alto. Es en la contradicción, la propia y la ajena, donde encontraremos luz para cuestionar los supuestos e ir resolviendo algunos conflictos. La duda no importa… al contrario. Porque la respuesta, nunca será la verdad. ¿No consiste en eso educar?

«Despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad»

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18 comentarios

  1. siempre me gustó mucho ‘lugares comunes’, aunque se le vean tanto los mimbres, supongo que debe ser por el convencimiento de la narración. También ayer me gustó mucho el fragmento de ‘un profeta’, que es posiblemente lo mejor que se llegó a estrenar el año pasado. Muy bien estos toques cinéfilos, oiga. Por otro lado, comparto la cuestión de la mirada de la distancia, y las razones y las dudas sobre qué hacer y qué puede ser no ya lo correcto sino incluso la verdad de lo que pasa, de modo que interpretarlo es complejo, y me produce sentimientos contrarios. A veces me asaltan las dudas de que no sea siempre así, claro, porque yo ya me sé que no soy persona ‘de acción’. Las dudas, claro…

  2. En un mundo que va tan rápido, yo creo que es importante posicionarse y no tener miedo a opinar, siendo consciente de que puedes equivocarte, no tener miedo a, como haces tú, Isabel, compartir tu duda. Porque desde el respeto (nada de armas arrojadizas ni en la calle ni en internet) habrá quien te de su versión, o quien comparta contigo esa duda, y el análisis será más fácil. Parto también del escepticismo: hoy en día es imposible, creo, permanecer objetivamente informado. Siempre hay sesgo, y en cualquier canal. Así que, opinemos, opinemos, que algo saldrá de tanto compartir. Un saludo.

  3. Goio, confieso que la trilogía completa es uno de mis clásicos preferidos pero hay monólogos del protagonista en “Lugares Comunes” que no tienen precio. Ahora que me he aficionado a las capturas alguna más irá cayendo. Y el momento “Un profeta” es magnífico.

    Respecto a la mirada en la distancia yo ya no sé muy bien cómo soy. No sobrevivo sin reflexionarlo todo, pero soy de las que le gusta hacer. Pero hay cosas que faltan en esto que está ocurriendo. Me pasa lo mismo que a ti, tengo sentimientos encontrados.

  4. Albert, me cuesta mucho entender que de la falta de acción se pase a la reacción. Y tampoco comprendo esa superficialidad con la que se opina antes de cuestionar y de pensar, y menos en casa ajena.

    Lo que está pasando me da mucho que pensar y leer los comentarios a tu último post me desconcertó porque pienso que si se llega a un blog por casualidad, no se comenta tan a la ligera y, si es de gente que te sigue habitualmente, no encajan con lo que transmites en el tiempo.

    Seguiremos aprendiendo…

    Gracias Albert.

  5. Daniel, es cierto que todo va muy rápido, por eso creo que reflexionar es cada vez más necesario. Estoy contigo, equivocarse es siempre mejor que no hacer nada, pero también significa que creías en algo aunque luego resultara no ser la decisión apropiada.

    No me gustan los gritos, ni las exaltaciones (tú lo comentabas también en tu último post) precisamente porque soy persona de acción. Hay protestas y movimientos que llegan con retraso, que no me convencen precisamente por lo mismo que no me gustó el ataque de furia ciudadana cuando el tema de los controladores, hoy olvidado. No soy escéptica con los movimientos de protestas sino con la falta de coherencia, propuestas y sostenibilidad que parece ser el denominador común desde hace demasiado tiempo.

    No soy de las que no opinan, de hecho me cuesta contener mi tendencia a ponerme en línea de fuego. Debería haber hecho caso a mi madre cuando me decía “calladita estás más guapa”. En este caso, más que no tener opinión, es que si me alejo un poco, no me gusta lo que veo. Pero le daré una vuelta a lo que me dices.

    Un abrazo

  6. Querida Isabel: el problema del 15M es que se apropió de un eslogan que nos gusta a todos pero luego se convirtió en un movimiento de okupas en plazas publicas cuyo calendario de actividades se centraba en «cuentacuentos», «títeres» y «manualidades». Qué quieres que te diga?

  7. Carla, no se me meta usted con los cuentacuentos que Iago y yo éramos adictos a esa colección 😉

    Entiendo que re cabree porque tú no eres de las que callan. Supongo que eso lo más molesto, un silencio tan prolongado mientras las cosas iban tirando. De todas formas Carla, ahora tenemos la tormenta perfecta, a saber si no acabamos todos debajo de un puente.

    Gracias guapa. Pero a ver si te pones al día, que hace tiempo que no leo post tuyo. Ya sé, ya sé que anda usted con muchos temas y muy ocupada pero… 😉

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