«Story Teller Collection»
A principios de los 80, la colección de Cuenta Cuentos de Salvat era una innovación. Y no demasiado bien vista por la anterior generación, que te decían que a los hijos había que contarles los cuentos, no ponerles un casette y dejarlos para que se durmieran solos.
La colección original es británica, «Story Teller Collection» de la editorial Marshall Cavendish, con un total de 107 tomos de los cuales en España sólo tuvimos los 39 que componían el Story Teller 1 y 2. Cada cinta venía con su correspondiente libro, tamaño grande no como las carátulas de ahora, que mi hijo y yo leíamos juntos para comprobar si el texto se adaptaba a lo contado.
En aquella época éramos todos muy jóvenes y aún muy hippies. Había menos dinero (y menos oferta hostelera salvo que vivieras donde la movida de allá o la de acá) así que las reuniones en casa eran habituales. Todo el mundo, grandes y pequeños, nos enganchamos a los cuentacuentos.
Eran años contradictorios en los que la normalización de la televisión convivía con la narrativa radiofónica. Pura magia narrativa para un universo infantil que no perseguía realidades y que el tiempo ha convertido, como a tantas cosas, en piezas de colección.
El caso es que esta mañana, en medio de lecturas sobre tendencias al bit y discursos de innovación, me sorprendió la reseña de la iniciativa de Audiocuentos para preparar estas navidades, con versiones en inglés. Y es que la tecnología cambia las formas, pero no el fondo.
Andamos un poco despistados con este mundo al revés. Con nuestros representantes políticos a la gresca como niños malcriados, solo nos queda recuperar otro clásico de finales de los ochenta para poner la música de fondo:
Cuéntame un cuento
y verás que contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños
Pero volviendo a la colección de Salvat, tal vez deberíamos mirarnos un poco al espejo en vez de seguirnos cortejando mutuamente las vergüenzas. Igual nos está pasando como al emperador del cuento, unos de mis favoritos de la colección. En medio de tanto reto, hoy me apetecía un paréntesis de 8:46 m.
2 comentarios