Consultoría y realidades

Metáforas del trabajo moderno

Todo sobre ruedas

Comentándole a un amigo que estaba «harta de la silla de ruedas», tuve que aclararle que me refería a la del ordenador. Y su respuesta fue «Ah, esa. Claro, es como una metáfora del trabajo moderno»

Lo cierto es que, sin profundizar demasiado, un repaso sobre las partes del cuerpo «usamos» para desarrollar nuestro trabajo diario, te deja una cierta sensación de estupidez sobre la cantidad de problemas sin resolver que permanecen ancladas en los prejuicios. Me refiero a la necesidad de campañas para la inserción social y laboral de las personas con discapacidad.

Y, como siempre, a vueltas con las palabras y los conceptos en los que encuentro vacíos contradictorios:

Si… capacidad es: Aptitud, talento, cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo.

Y… por discapacidad se define «que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas»

Entonces… no estamos usando la misma referencia de medida.

Resulta que una persona con un gran talento para el dibujo, por ejemplo, si coincide que es sorda, entra en la categoría de discapacitada. Y no ya a la hora de buscar empleo, sino que es el calificativo social que le acompañará toda su vida. ¿Pero es que alguien tiene todas las capacidades? Si hago un repaso, yo soy una discapacitada en muchos aspectos.

Lo que resulta curioso, siguiendo con el aspecto laboral, es la cantidad de empresas y puestos de trabajo para «personas normales» que genera la producción de herramientas y mecanismos para la discapacidad. ¡Que sociedad infartada para lo que no debemos y que lenta para lo obvio!

A raíz de la confusión de mi amigo, busqué un anuncio en favor de la inserción laboral en el que se (de)mostraba, en el marco de una oficina, que ya casi todo el mundo se mueve en silla de ruedas. No lo encontré, pero este me gustó. No sé si el anuncio es reciente pero el concepto desde luego sí.

Por cierto, no son «personas discapacitadas» sino, como mucho, personas «con alguna discapacidad». Como el resto, vaya.

 

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