En 1984, Charles Dudley Warner, director de un periódico y ensayista, expresó el malestar de la gente, a la vez que se hacía eco de Plauto: «La división del tiempo en períodos rígidos es una invasión de la libertad individual y no hace concesiones a las diferencias de temperamento y sentimiento».
En el año 200 a.C., el dramaturgo romano Plauto escribió este lamento:
¡Los dioses confundan al primer hombre que descubrió la manera de distinguir las horas, y confundan también a quien en este lugar colocó un reloj de sol para cortar y destrozar tan horriblemente mis días en fragmentos pequeños!
Iniciaba este blog hablando de lo que me costó descrubrir el «código genético» de mi negocio y ahora, que nuestro sistema social parece desmoronarse (defiendo firmemente que el crack económico es la consecuencia y no la causa), ahora que tanta gente parece disfrutar de este sadomasoquista y permanente reality show, a mi me da por ponerme de nuevo a pensar.
Porque para entender las decisiones que debo tomar y, quizá sobre todo, las que ya no debo tomar, para poder elegir, necesito comprender. Por eso busco un punto más alto que me permita recuperar la visión, porque la falta de perspectiva me confunde. ¡Hay tantas cosas que me gustan y tantas cosas que me confunden!
Y la cuestión es que creo que al fin he visto la imagen completa y sé que no puedo hacer todo lo que quiero y conservarlo todo.