Consultoría y realidades

Si no sabes que hacer, monta un congreso

El futuro en el «debe»Santiago de Compostela

Dice Xosé Luis Barreiro Rivas, y sus aplicaciones valen para otros muchos ámbitos, que un congreso bien hecho tiene que cumplir tres condiciones:

  1. Analizar el informe sobre la gestión anterior y proyectar sus enseñanzas en una nueva estrategia.
  2. Revisar los cambios del contexto y reformular los principios ideológicos que han de darle coherencia y atractivo al programa.
  3. Elegir líder y el equipo que han de dirigir la organización en los años siguientes.

Pero los congresos los organizan las mismas personas a las que, casi con toda seguridad, el cambio no conviene. Porque rara vez entre la minoría que forma la elite se puede encontrar un auténtico liderazgo, así que la prioridad es «salvarse de la quema y alentar una revancha que siempre se reviste de renovación»

Los intereses pequeños, la estrechez de miras, lo «inmediato», hacen que quien está en el poder se deje llevar la mayor parte de las veces por adulaciones y consejos que sólo convienen a quien los emite. Humana vanidad que teme a la reflexión porque el éxito, es un gran espejo mentiroso en el que no cabe la realidad.

Porque para analizar, revisar, reformular principios y elegir, hay que reflexionar lo que, según la R.A.E., es «considerar nueva o detenidamente algo». Pero… ¿quién tiene tanto tiempo? Por eso hemos aprendido a pagar por lo que no queremos hacer, porque nos hemos hecho cómodos y porque ya no sabemos distinguir lo urgente de lo importante.

El problema es que, hoy en día, todo se paga con tarjeta de crédito. Así, el coste de la irresponsabilidad sobre nuestro futuro aparecerá en el «debe» camuflado en un extracto de menudencias del que sólo seremos capaces de ver el importe total, pero nunca la contribución real de las consecuencias de nuestros desvaríos.

Cuando las organizaciones de tambalean, nadie tiene en cuanta cuantas veces hemos sido cómplices en «matar al mensajero» porque suele aparecer alguien que grita mas alto o pega más fuerte, alguien que sabe ver la inestabilidad moral como una oportunidad para reestablecer el orden, que no la justicia. ¿Es ese nuestro destino?

Yo no lo creo aunque para eso tenga que seguir siendo una optimista existencial: Es difícil, pero su puede hacer

Pero, para eso, hace falta que dejemos de mentirnos, que nos dejemos de cuentos de mayores y volvamos a los cuentos infantiles en los que sólo un niño es capaz de reconocer públicamente que «el rey está desnudo». Necesitamos con urgencia gente de bien que coja el testigo, personas que sepan rodearse de gente mejor que ella misma, porque…

Liderar, no consiste en que te sigan, sino en crear nuevos líderes

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