Consultoría y realidades

¿Derechos Obligatorios?

Doblemente «Im-presionante»

Rachida Dati acusada de dañar la «causa de las mujeres»

«El parto y la rápida incorporación a la vida laboral de la ministra de Justicia han sido ocasión de un apasionado debate en Francia. Reprochan a Rachida Dati el querer jugar a superwoman, y posan sobre sus hombros la responsabilidad de la regresión de los derechos de las mujeres»

Por supuesto no la conozco, y tampoco sé demasiado sobre su vida, obra y milagros, pero en mi anárquica lectura dominical de boletines diversos, entre los que desde luego no cuenta el que cito aquí, el titular me provocó múltiples dudas y curiosidades: ¿La «causa de las mujeres»? ¿Qué atentado contra la mitad de la humanidad habrá cometido la ministra de justicia de Francia? ¿O es que ya no está en el cargo y yo, en mi despiste habitual ni me he enterado?

Pero… ¡Sorpresa! La cosa iba de su vida privada, su reciente condición de madre, en el marco de un país que nos lleva bastante adelanto en derechos de protección en la causa de la re-produción, que no la de «las mujeres».

 

Tecleando Rachida Dati en google, la primera entrada me devolvió 166 referencias de fuentes «sobradamente reconocidas», como la que da origen al titular que provoca estos comentarios, en sus «constructivas, respetuosas y avanzadas» posturas en innovación social. Incluso la wikipedia arrojaba más luz sobre la importancia de otras personas en su trayectoria, así que repetí la búsqueda para encontrar su curriculum im-presionante.

Resulta que es licenciada en Derecho Público y en Ciencias Económicas, máster en Dirección de Empresas y magistrada desde 1997. Ha sido auditora de Justicia, jueza, suplente de fiscal, consejera técnica de proyectos de ley, consejera de los ministerios de Economía e Interior

Pues lo segundo que me resulta im-presinante es la sutil evolución del arcaico truco de utilizarnos a las mujeres como arma arrojadiza contra nosotras mismas. Me explico, de su rápida incorporación a la escena pública lo que sorprende es su fortaleza, el resto es una decisión sobre la que no creo que haya nada que opinar.

Lo que me preocupa es que, entre los derechos que tan duramente se están conquistando, no se respete uno tan básico como el de la libertad de elegir como ejercerlos individualmente. Que la elección personal de las mujeres que van logrando ocupar cargos representativos en  los ámbitos de decisión, se convierta en el eje de falsos análisis en lugar de ir al fondo del problema, que no es otro que las reglas con las que se sigue jugando en los ejes del poder.

En el fondo me gustan estas polémicas de pacotilla. Es la única manera de que se destape la legión de trogloditas que se esconden tras los ámbitos del formalismo jurídico, de estúpidas tradiciones disfrazadas de falsos valores, de las tendencias de lo políticamente correcto y de electoralismos ad hoc.

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