Consultoría y realidades

¿Más información?…¡No gracias!

Infoxicación

La palabra infoxicación se incorporó a mi diccionario particular hace ya diez años, casi cuando Alfóns Cornella la acuño y, siempre que la uso, es raro que alguien no sonría y se sienta identificado cuando explico lo que significa.

Desde entonces la tecnología ha avanzado mucho, pero el problema de la saturación informativa no ha hecho más que crecer de forma exponencial. Los ocho años que han pasado desde que Alfons pronunció la conferencia «¿Cómo sobrevivir a la infoxicación?«, no han hecho más que confirmar sus afirmaciones de entonces,  pero seguimos queriendo creer que podemos delegar nuestra parte de la responsabilidad en las tecnologías informáticas.

¡Ojo, que sin ellas ya ni intentarlo, pero no es suficiente! Recomiendo la lectura del texto de la conferencia, sólo son 8 páginas, pero por aquello de la «economía de la atención», aquí va mi extracto personal de su exposición. 

La realidad

…. es que tenemos mucha más información de la que podemos manejar. Sin embargo, el problema de la angustia de la información, esta angustia de que tengo más información de la que puedo manejar, y por tanto yo no tengo tiempo para absorberla, es un problema que no sólo es tecnológico. Por más que avance la tecnología, la información se multiplicará de manera mucho más rápida que la capacidad que tenemos de generar tecnología para manejar este flujo de información en exceso.

 Por lo tanto

… la idea a la que nos vamos a tener que acostumbrar es que gestionar información va a ser una parte cada vez más importante de nuestro trabajo, pero normalmente dedicamos poco tiempo lo hacemos mal, de manera poco estructurada, y nadie nos forma para saber manejar información.

 Se necesita un cambio

… y es que necesitamos métodos y herramientas para hacer nuestra vida diaria mucho más cómoda, mucho más fácil de llevar. Hay que empezar por hacer una pequeña reflexión sobre cuál es el procedimiento que normalmente utilizamos para informarnos. Esto es, detectar el problema principal para darle una solución práctica.

¿Dónde empezamos a fallar?: «Qué»

 Lo primero que tendríamos que saber es «a mi me interesa estar informado de». Muy pocas personas saben, de manera sistemática, de qué tienen que estar informadas. Solemos «tropezarnos» de forma casual con la información (un periódico, una noticia, una conversación…)  La realidad es que en este universo de exceso de información tendríamos que tener muy claro cuál es nuestra información crítica, aquello de lo que no puedo no estar informad@.

Siguiente paso: «Cómo» y «Dónde»

Una vez sabes cuáles son «los temas»,  tendríamos que saber buscar, y no sabemos buscar. No es una habilidad con la que se nazca, sino que se trata de algo que se puede aprender. Saber hacer las preguntas adecuadas, en esta fase, es mas importante que saber responderlas. Tampoco lo hacemos a nivel personal.

Saber buscar, es el paso previo a conocer las fuentes para poder buscar adecuadamente.

Sin embargo…

Hay otro elemento importante que es el aprovechar el tropiezo pasivo con la información, la que te encuentras casualmente y que muchas veces no sabes qué hacer con esto. Es aquello de que recortamos de un periódico, algo que nos interesa, pero… ¿qué hago con este trozo de periódico, dónde lo almaceno, qué mecanismo tengo para sistemáticamente almacenar esta información que tengo?.

 RESUMIENDO

  1. De qué me interesa estar informad@
  2. Dónde lo busco
  3. Cómo lo busco
  4. Cómo gestiono lo que me encuentro por casualidad
  5. Cómo filtro toda esta información de acuerdo con lo que a mi me interesa

Sin embargo, la gran pregunta, la que da origen a la necesidad de aprender a racionalizar el proceso apenas empieza aquí y no es otra que: ¿Cómo aplico esta información?

 

 Esto me lleva a varias cuestiones, como el concepto de estrategia y las condiciones necesarias que no se pueden violar, para lo que hay que pararse primero en la «Teoría de las limitaciones« . La gestión de la información, la infonomía, requiere algún talento pero, sobre todo interés por aprender las técnicas y sus métodos. Lo primero, tener clara la diferencia entre dato, información y conocimiento. Lo siguiente, entrenamiento y «sentido común». Es decir, las tres «P»: PRÁCTICA + PACIENCIA = PROGRESO.

La conferencia de Alfons ofrece mucho más. Recomiendo su lectura.

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