Consultoría y realidades

Conferencia Antonio Fernandez: Rentabilidad financiera emociona

16_YSeguimosCompartiendoAntonioFernandezEl momento es… ¡Ya!

Todo ha cambiado desde agosto de 2007. Ahora no llega con saber las cosas sino que hay que conocerlas a fondo… y tener paciencia. Una de las herencias de esta crisis que no cesa es, sin duda, una diferente medida del tiempo.

La inseguridad nos está sirviendo para despejar el camino y entrenarnos en un nuevo horizonte, de coste variable, en el que la anestesia de la nómina necesita ser sustituida por el dinamismo emprendedor del talento y las ideas. Pero no es la única asignatura pendiente, el dinero debe aprender a escoger rutas de futuro para generar, además de rentabilidad económica, un beneficio emocional personal y social.

Se dice que no hay trabajo pero eso no es exacto. Lo que no hay, ni habrá en mucho tiempo, es la nómina empapada en cloroformo que nos ha traído hasta aquí. El futuro se traduce en coste variable que exige ponernos manos a la obra para aportar valor en el lago plazo, y eso implica desarrollar.

Pero también hay motivos para ser optimistas, en realidad muchos pero «con tanto ruido en el bosque no se oye cuando cae un árbol».

Tenemos, por un lado, personas que han triunfado, que pueden y quieren invertir pero se encuentran con un panorama incierto y desalentador. Y tenemos por otro un futuro de posibilidades con iniciativas singulares de difícil valoración. Empresas muy jóvenes, sin pasado y sin sector, que son pioneras, que no se plantean innovar sino que la transformación es su esencia.

Un punto sin duda interesante si conseguimos aceptar que el futuro pasa, inevitablemente por la reinterpretación y la remezcla. Puede no gustarnos, pero no hablamos de preferencias sino de realidades y, lo cierto, es que está ocurriendo.

Las decisiones ahora tienen poco que ver con tornillos y tractores y con las proyecciones a largo plazo. Lo académico exige un radical cambio de esquemas porque… ¿Cómo puede ser que una empresa que no factura valga 80 / 100 / 500 millones de euros? Los conceptos básicos de quien compra, quien paga y quien recibe han cambiado sustancialmente. En este contexto, hablar de millones de visionados, no es una cuestión banal.

Hablar de inversiones requiere criterios claros, orden y negociación, pero es también una cuestión de emociones cuya rentabilidad financiera empieza a aflorar en las dos direcciones. Pero el equilibrio necesita objetivos comunes y conocimiento para encontrar las preguntas adecuadas y un espacio compartido de negociaciones de futuro y con futuro.

Si bien en nuestra conversación abordamos la parte más emocional de lo financiero, en su conferencia, Antonio Fernández nos dejó datos más concretos de cómo deben hacerse las cosas y del necesario papel de Gestor Independiente. Y esto es, fundamentalmente, su experiencia para valorar y manejar la tensión de la negociación de forma que no se produzcan las nefastas situaciones de asimetría perder-ganar que nos alejan del éxito.

Y esto es lo bueno de Internet, que permite compartir y transmitir el conocimiento en cualquier momento y lugar. No tiene la magia del directo, pero se acomoda mejor a las particularidades de la agenda personal. Por eso aquí dejamos la conferencia completa. Merece la pena.

Inversiones en economía real, rentabilidad financiero-emocional: Las dos partes se preguntan: ¿necesito ayuda? Pues… convendría

Conferencia de Antonio Fernández Hernando from www.enimaxes.com on Vimeo.

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7 comentarios

  1. Inquietante… buena definición. Me pregunto si entre esa “exuberancia irracional” y el “escepticismo racional” no seremos capaces de desarrollar la intuición in-formada sobre la que comentábamos recientemente. Incluso, como apuntabas tú, poniendo un nuevo guión en in-tuición.

    Decir que deberíamos haber aprendido algo del pasado es pura retórica, así que no merece la pena ya que tampoco hemos aceptado lo de la burbuja inmobiliaria y seguimos con el empeño en buscar indicios de recuperación más que de evolución.

    Estaría bien que el conferenciante nos diera su opinión como experto porque precisamente entra en el ámbito que nos destacaba en la conferencia: la importancia del papel del gestor independiente. De todas formas si bien la realidad de los Google y demás es innegable, hay un panorama mucho más cercano y menos especulador al que debemos prestar atención, antes de que sea demasiado tarde.

    Muchas gracias por el enlace Goio 🙂

  2. El cambio del modelo esperado de trabajo que conocimos algunos [seguridad, permanencia, fidelidad y fiesta de jubilación con regalo de mechero Dupont de oro incluido] y el modelo actual donde haber trabajado tan solo en una empresa no da para hacer un buen currículum, es brutal. Es cierto que este viaje no se ha realizado así de pronto y que la trayectoria se ha ido construyendo poco a poco a lo largo de una vida en la que, algunos se han adaptado y en la que otros, quizás buscando modelos aprendidos en casa, quisieron perseguir los sueños de sus padres topándose de frente con esta descarnada realidad que protagoniza los tiempos actuales.

    Aún así yo veo en la gente joven una mirada distinta, construida en esta incertidumbre líquida que ha ido evolucionando paralelamente a su desarrollo y que me inspira mucha confianza por su determinación, juventud y vigor. Sinceramente creo que el mensaje de Antonio es algo más que esperanzador y va a germinar de algún modo ya que sospecho que somos los más los que sabemos que el futuro, el nuestro, no está ya en nuestras manos.

  3. -buena referencia la de The Economist, pero si te parece creo que sería bueno hacer un análisis más detallado.

    Lo que explica el artículo es una posible burbuja generada por los «super-angels» que están centrados en la costa Oeste de USA y en concreto en3-4 universidades que todos conocemos. Se puede afirmar sin riesgo a exagerar que hay más dinero que proyectos. Mucho más.

    En cambio aquí, amigo mío, es exactamente lo contrario. Hay más proyectos que Angels, hay muy poco dinero y muchos proyectos. Es por eso por lo que tenemos una oportunidad histórica, que es casi seguro que no vamos a aprovechar, de ir viendo que les pasa a ellos en esta previsible explosión de la burbuja «.com» en USA.

    Tenemos que seguir insistiendo en buscar, adoctrinar y apoyar a los inversores privados, para que pongan su dinero a trabajar en el futuro y no a financiar el déficit del pasado.

  4. Manel, coincido con tu visión porque la forma de generar confianza no es exigiéndola, sino contribuyendo a construirla. También es cierto que quienes compartimos esta, más que visión actitud, ya formamos parte de la construcción del futuro porque hace mucho tiempo que no vivimos en esa falsa ilusión de la nómina (o incluso nunca lo hicimos). Tal vez por eso captamos esa “mirada distinta” que no se somete a la incertidumbre que hemos ido generando.

    Pienso, mientras escribo, que no se trata de añoranza sino que nos reconocemos en su fuerza y en su capacidad de aprender y seguir diseñando. Cierto que la primera línea de locuras ya no es nuestra, pero igual la clave está en eso, en los espacios comunes y en la combinación de curiosidad, fuerza y experiencia. Al fin, emociones. Después de haber escuchado a Antonio, pienso que si conseguimos que en este combinado el dinero juegue el papel que le corresponde, tendremos un cóctel que bien se podría clasificar en la categoría de lo excelente.

    Gracias Manel por esta mirada que aporta confianza y optimismo.

  5. Antonio, me entrometo en tu respuesta al apunte de Goio para agradeceros a los dos la oportunidad de aclarar conceptos y aprender. Es importante la explicación porque los que no entendemos del tema (la inmensa mayoría) seguramente contribuimos sin querer a la desconfianza en nuestra propia capacidad para reconducir las cosas.

    En este discurso falta conocimiento y la oportunidad de escuchar a quien sabe es lo único que puede ayudarnos en eso proceso que tanto repito de in-formarnos. Datos sí, pero con explicaciones y conceptos.

    Me quedo con dos cosas: Conseguir que aquí también tengamos mas Angels que proyectos y que seamos capaces de poner el dinero a “trabajar por el futuro y no a financiar el déficit del pasado”.

    Habrá que pensar en cómo contribuir a estos cambios. Gracias por tu explicación Antonio. Seguimos aprendiendo.

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