Conversacional

Con entrenamiento para…

… hacer camino

En el proceso de intercambio de ideas y conocimientos que circulan conversacionalmente con amigos y colegas, a veces quedan pequeñas anotaciones al margen que reaparecen de forma inusitada enlazando con sensaciones aún sin definir. Breves destellos luminosos que se cuelan en la hoja de ruta para que (te)escuches.

Ayudándome a mejorar algo que yo había escrito, me decía un amigo-colega:  «Yo es que estoy entrenado en verlo casi todo…» Pensé, de entrada, en la diferencia entre ver-mirar, tomando lo primero como “capacidad para” y lo segundo como “intencionalidad”. Pero, aunque la diferencia existe, ambas cosas necesitan entrenamiento… e intención.

Trayendo esta idea a la situación actual que tanto esfuerzo precisa, “ver casi todo” puede significar actitudes muy diferentes:

– Ver “lo que hay”, y evaluar las posibilidades para elegir la batallas que crees que puedes ganar

– Ver “lo que debe haber”, y elegir trabajar en las batallas que crees que se “deben” ganar.

Y pienso que lo inteligente está en trazar puentes que unan lo que se debe con lo que se puede, porque entre lo imposible y lo inmediato hay un arco iris de matices por recorrer.

Compartir

19 comentarios

  1. La gramática aplicada a los ejercicios visuales tiene mucho de relativismo, ¿no? Que no tiene mucho que ver, pero me recuerda a eso de «mira la película esa». O a lo mejor sí tiene que ver, quién sabe!

    1. Pero «mire» que es usted selecto y perspicaz Sr. Glez. Creo lo que entiendo lo que dice y por qué lo dice, pero si le sobra algún momento entre sus importantes ocupaciones actuales, agradecería un pequeño «desarrollo del argumento… visual» 🙂

  2. ¡¡Y tanto que entre “ver” y “mirar” hay una diferencia importante!! Al menos permite, en principio, NO calificar a ese amigo-colega tuyo de voyeur ya que si hubiera dicho “lo miro todo”, no sólo hubiera revelado una más que posible parafilia sino que además se hubiera delatado como poseedor de muy mal gusto porque…pa’ lo que hay que ver…mejor no mirar….

    En cuanto a la segunda parte, en mi caso, personalmente, es que me saltan las cosas a la vista, tanto si son batallas mías como si son ajenas, es decir, que lo de “ganar batallas” o no, en este caso no interviene para nada… Yo se lo atribuyo a que de pequeño era muy pequeñito y debía de ser muy precavido [quedarme con todos los detalles, adivinar posibles amenazas en pequeños gestos] para protegerme de los grandullones de la clase. De mayor me hice consultor y me vino muy bien la habilidad adquirida aunque tuve que muscular la capacidad para ver aquellas cosas que, normalmente, no se muestran ya que, normalmente suelen ser el origen de los problemas…y no me va mal…:)

    1. Apreciado cumClavis, muy acertada su observación. Por suerte una tiene amigos-colegas MUY selectos, ¡faltaría más! Pero espero que lo de «pa’ lo que hay que ver…mejor no mirar….» no fuera por la escribiente del post. O_o

      Yo creo que quienes estamos en consultoría tenemos un pasado que justifica algunas habilidades, ¿verdad? 😉

  3. Un momento, un momento que no he terminado! 🙂 Muy acertada la conclusión [#melaquedo].

    Me hace pensar que se deben desarrollar dos miradas: la externa que permite ver lo que hay y, si no te fallan las dioptrías, deberías acertar con lo que “puedes”. Y otra mirada interior, en verdad muy especial y tristemente denostada, que debería poder atisbar aquello relacionado con tus ilusiones y con tus valores y, a partir de aquí, decidir lo que “debes”. El puente del que hablas quizás no es otro que aquel que debiera vincular continuamente a cualquier mujer u hombre con la vida misma! Si esto es cierto, mucho me temo que a la competencia en “ingeniería vital” todavía le falta un hervor en ese mundo en el que vivimos…

    1. «desarrollar dos miradas» Me apunto a esa competencia. En especial a la parte de trazar los puentes para enlazarlas. ¿Para cuando un taller? Necesito con urgencia perfeccionar el método.

      Y lo digo en serio, es una clave interesante para no caer en la frustración. Gracias Manel! 🙂

  4. puentes que unan lo que se debe con lo que se puede….

    Siempre estoy en el límite entre lo que se debe decir y lo que se puede decir …. llevo el fin de semana dandole vueltas a esa polaridad típicamente mia ….

    1. Juana, con la súper rápida que eres, te he imaginado volando entre ambos puntos y tejiendo lazos para hacer posible que el debe y el puede se encuentren.

      Cerquita te quisiera yo muchas veces para contagiarme de tu energía y tu perspectiva 🙂

  5. Muy buen propósito el de combinar lo deseable con lo posible… y tan difícil las más de las veces! Ver y mirar… Me quedo con ver, como sinonimo de entender: «¿Lo ves?»

    Y es que hay tanto mirado y tan poco visto…

    Abrazos!

    1. «ver como sinónimo de entender» Es cierto, Ricardo, a veces cuando nos están explicando algo que no captamos se suele contestar «no lo veo». Fíjate que yo estaba asociando «mirar» con «prestar atención» y muchas veces, como tú dices, miramos mucho pero vemos poco.

      La comunicación es más compleja de lo que parece, tengo que contarle a mi amigo lo que nos hizo pensar su observación 🙂

  6. ‘entrenado en verlo casi todo’ me ha sonado mal, pelín arrogante incluso, si no fuera porque seguro que lo saco de contexto. Yo opino que hay siempre un algo más que acaba dejándonos como el betún en nuestras pretensiones. Y menos mal, no? Sería horrible ser el más sabio del mundo, el mejor en algo hasta el punto de que no tendrías modelo del que aprender, y si ese modelo sólo eres tú mismo, deseo que te hayan dado fuerzas para soportarte…

    ((perdón, sé que soy un lector demasiado puntilloso))

    1. Goio, pues no lo había pensado, supongo que dependiendo de quien venga, puede serlo. Igual es por la palabra “entrenar” que suena como muy marcial, pero con lo que nos gusta jugar con las palabras, me he ido simplemente a la Wiki y la define como “la adquisición de conocimiento, habilidades, y capacidades como resultado de la enseñanza de habilidades vocacionales o prácticas y conocimiento relacionado con aptitudes que encierran cierta utilidad”. Pues no está mal, ¿verdad?

      De hecho en el caso de mi amigo tiene esas habilidades y capacidades que no me vendrían nada mal con esta tendencia mía a despistarme en lo obvio. Si es que no hay como trabajar en equipo para asegurar el aprendizaje constate. ¿Uno mismo como modelo? ¡No por dios, que aburrimiento! Completamente de acuerdo contigo 🙂

    2. Sí, también me parece que en su contexto esta frase tiene más sentido. No me creo yo que alguien a quien Isabel presente como “amigo” sea tan superficial [por no decir imbécil] como para lanzar una frase así, por las buenas. Aunque el “casi” le salva de creerse dios, ¿verdad?

      Y justamente esto me ha hecho pensar en el ¿por qué te habrá sonado a ti tan mal? ¿qué notas interiores han creado la disonancia? Y Fíjate tú que lo primero que se me ha venido a la cabeza es que ese sentimiento quizás surja de una profunda [puede que incluso, invisible] concepción monoteísta de la existencia en la que sólo cabe Uno y ese no puede ser Otro. Y que si se arrimase uno a la alegría politeísta de los antiguos quizás toleraría de mejor gana que hubieran otros dioses para compartir adoraciones varias…Ya ves tú qué ocurrencias!!

      1. Es cierto, tengo mucha suerte con mis amigos Manel. Y el que dijo la frase (no olvidar que era ayudándome a mejorar) es de los MUY buenos.

        Me apunto a la alegría politeísta! #buenasocurrencias 🙂

  7. Isabel, me gusta mucho tu entrada.

    Yo no sé si estoy mucho o poco entrenado a mirar, pero me ocurre con frecuencia que descubro cosas nuevas en una segunda y tercera mirada sobre lo mismo, y no te digo nada si además cambio el «ángulo de mirada».

    Me encanta también la reflexión que nos trae Manel con lo de mirar hacia dentro. Sería como lo de mirarse al espejo ¿no?.

    Me alegro de haber descubierto tu blog Isabel. Habrá que pasarse por aquí con frecuencia.

    Salut!!

    1. Muchas gracias José Antonio 🙂

      Creo que en eso debe consistir el entrenamiento que dice mi amigo-colega, en practicar esa segunda o tercera mirada y en cambiar el ángulo para descubrir cosas nuevas. Y si encima aplicamos la doble mirada que dice Manel, terminaremos por llegar al grado de maestría necesario en el que ver y entender, como dice Ricardo, son sinónimos.

      Parece que somos muchos trabajando para tender esos puentes entre lo posible y lo inmediato. Y yo diría que la preparación para presentarse a un premio es un magnífico entrenamiento.

      Ya seguía tu blog a través de Manel pero como mi ámbito de trabajo es otro no me daba decidido a comentar. Pero es que hoy tu descripción del aprendizaje y la reflexión me tocó la fibra sensible. Lo que transmites resulta refrescante con respecto a la imagen que a veces tenemos desde fuera de la administración. En silencio o comentando, por allí me tendrás.

      Un abrazo! 🙂

  8. Pingback: IG

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies