Consultoría y realidades

Aspectos sociológicos y psicológicos para avanzar en la responsabilidad social

El desarrollo de la jornada sobre igualdad en la negociación colectiva

Ya en sus orígenes la palabra responsabilidad nos habla de deuda y obligación, tal vez por eso tiende a colarse en los discursos como arma arrojadiza entre las partes. Pocas veces aparece conjugada en primera persona. El «yo» y el «nosotros» parece no gustarle.

Lo cierto es que cuando se habla de «responsabilidad» es porque ya estamos viendo bastante más que la punta del iceberg, pero nos enzarzamos en las urgencias en vez distanciarnos para ver la dimensión del  problema y enfocar a su origen. La responsabilidad social tiene aún largos caminos por recorrer.

De lo individual a lo colectivo, la complejidad aumenta, lo que se suele traducir en una segmentación en enfoques y participación no siempre saludable. Pero romper la baraja no sirve así procede jugar y tratar de sacar el máximo partido a las cartas que te han tocado. Este fue mi planteamiento mientras reflexionaba hace unos días para enfocar mi aportación hablando de responsabilidad social empresarial e igualdad… en la negociación colectiva.

No se trataba de una jornada para profundizar en la reflexión, sino sobre las normas legales, gallega y española, reguladoras de los principios de igualdad y que se planteaba desde cuatro preguntas a desarrollar:

¿Creció el número de convenios colectivos que introducen en su articulado cláusulas sobre igualdad?

¿Es posible que las empresas voluntariamente acuerden con la representación de las trabajadoras y trabajadores acciones de RSE consistentes en medidas laborales para promover condiciones de igualdad entre las mujeres y hombres en el seno de la empresa?

¿Cómo valoran la implantación del principio de igualdad en las relaciones laborales las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de Galicia?

A qué nuevos retos se enfoca hoy el mundo de las relaciones laborales en materia de igualdad?

Por otro lado, situada la empresa en el centro del análisis, la participación de las mesas dejaba escaso espacio a su voz, presentando la siguiente estructura:

  • Un Magistrado de las Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia
  • Tres representantes sindicales
  • Dos titulares de Derecho del Trabajo y Seguridad Social (Universidades de Castilla La Mancha y Santiago de Compostela)

Frente a esto, una sola persona en representación del ámbito de la empresa así que cabían dos posturas: la de la diplomacia o la de la controversia. Aún no siendo este un escenario cuyas conclusiones plantearan una especial trascendencia para provocar cambios, ninguna me parecía apropiada así busqué un cierto distanciamiento que me permitiera unir conceptos y ámbitos de reflexión para situar a la empresa en el marco de la reflexión social y como consecuencia de las interacciones individuales de las personas que las integran.

También es cierto que, a sabiendas de que el resto de participantes realizarían una pormenorizada exposición de datos en términos de desarrollo legislativo y resultados de aplicación de la normativa, la situación me permitía un cierto marco de maniobra para una presentación más dinámica.

Dejo aquí el documento de base que utilicé para mi exposición que, por cierto, causo sorpresa y muy buena acogida entre el resto de ponentes y el público asistente. Sólo me pusieron una pega: esperaban discusión y no hubo lugar. Todas las partes estaban dispuestas a firmarla.

He de decir que el conjunto de la jornada resultó especialmente enriquecedor, que las ponencias se complementaron en un magnífico valor diferencial, y que generó un ambiente de cordialidad que permite albergar esperanzas de que estamos avanzando en lo principal, en ir aprendiendo cómo debemos enfocar la colaboración.

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9 comentarios

  1. No me extraña que te ovacionaran, a la vista de la presentación y de los cortes afilados con los consiguientes puntos de sutura que ibas abriendo y aplicando aquí o allá. Ya me hubiera gustado escucharte.

    Te felicito por esta labor que llevas a cabo, sospecho que bastante en solitario ¿no?

  2. Manel, cuanta generosidad en tu comentario, teniendo en cuenta que introduzco aspectos en los que, al contrario que tú, yo no soy experta. Las buenas influencias que una va recogiendo 😉

    Creo que en realidad lo que hice fue, desde la base de mis propias vivencias, juntar piezas que suelen estar desperdigadas en los distintos campos de especialización y estudio. Igual lo que nos falta es empezar a probar nuevas formas de encajar lo que ya hemos aprendido e ir trabajando sin prisa y sin pausa para ir cohesionando.

    Lo del trabajo solitario creo que, como consultor, tú sabes bien como va. Esta vez el agradecimiento es doble, por tu comentario y por las observaciones que haces.

  3. Esto que dices Isabel, lo de trabajar sobre la base de tus propias vivencias y utilizarlas como tamiz a través del cual filtrar la información suena muy bien. Hace falta más percepción «de autor» de los de verdad, como lo es en tu caso.

  4. Me ha gustado la presentación, aunque imagino que su aplicación en ejemplos reales será difícil: no sé si la igualdad será prioritaria en el negocio de los convenios en años difíciles como estos (un ministerio ya cayó, a fin de cuentas)… En tu entrada eres elegante respecto al poco espacio que tuvo la empresa para reflexionar sobre sí misma (igual tampoco lo quiere, lo cual tal vez sea más preocupante) respecto al tema, pero las dificultades en el día a día son muchas. Hasta las mujeres de mi empresa se asustan cuando les digo -militantemente- que sus maridos deberían tener la misma baja que ellas cuando nace un niño en la familia. Generalmente, si el gerente me oye, se queda en un segundo plano y se descojona (de mí, claro, ‘tú y tus ideas progresistas e innovadoras’). No me llama rojazo, pero creo que le queda poco para ello

  5. Goio, sobre el ministerio prefiero no opinar (aunque en realidad ya lo he hecho sobradamente en este blog) porque las cosas se hacen bien o no se hacen. Lo que se dice transversal no se puede convertir en espacios al margen. Ya sabemos que lo mismo que cura, mata, según cómo, dónde y en qué cantidad se aplique. Pero ese no era el tema, ¿verdad?

    Tú sí que eres elegante opinando sobre lo que yo digo y sobre tu experiencia. Como bien dices, «hasta las mujeres de mi empresa se asustan». Yo creo que estamos en un punto que nos tenemos que concienciar para revisar todas las reglas y todos los supuestos. Me temo que el concepto de responsabilidad no tiene género, y hay de todo.

    Me alegra que te gustara la presentación, y mucho más que me lo digas. Siempre es un riesgo recolocar conceptos y el respaldo sienta bien. Muchas gracias 🙂

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